Flash Flash Madrid era uno de esos sitios a los que le teníamos ganas desde hacía mucho pero nunca llegamos a consumar nuestro deseo. Finalmente pudimos poner remedio a este problema y allí que nos presentamos, en esta tortillería ecléctica que tiene tres variedades de hamburguesas muy bien cuidadas.
Nada más entablar un contacto visual con el local pudimos ver los contrastes que nos esperaban. Por un lado, el local está decorado con muy buen gusto, negros sobre blancos y claros homenajes a la Nouvelle Vague francesa.
Todo aquí es plano y blanco, salvo las figuras que deambulan por las paredes y que nos observan para asegurarse de que todo está bien. Toda esta modernez contrasta con el personal de sala, compuesto por camareros totalmente old school, con sus uniformes y que parecen sacados de locales de esos que se vanaglorian de llevar varias décadas sirviendo cocidos o asados a precios escandalosamente altos. Eso sí, estos no son como otros, aquí la simpatía y el saber estar van por delante y nuestra visita no pudo ser mejor correspondida y cuidada.
Pues en este ambiente tan eclécticamente vanguardista, en el que no sabíamos si nos íbamos a encontrar un doble del mismísimo Truffaut o de un Godard cualquiera, nos sentamos, siempre bajo la atención del personal de sala, a ojear la carta, la cual es bastante interesante. Por un lado tenemos platos variados y una protagonista clara, la tortilla, con sus miles de combinaciones, las cuales nos quedamos con ganas de probar de forma más exhaustiva. Pero no, no asustéis, esto sigue siendo un relato hamburguesero y como tal, encontramos en la carta una introducción bastante interesante sobre las hamburguesas que vamos a degustar, a modo de introducción, algo que ya, de entrada, nos agrada sobre manera. Al fijarnos en nuestro objetivo, vemos que "sólo" tenemos tres opciones carnívoras, lo cual era perfecto ya que éramos tres personas, así que al grito de "camarero, una de cada", comenzamos la cata.
Obviamente, en una tortillería no podemos dejar pasar la oportunidad, como buenos amantes (también) de estos platos, de pedir una. La elegida fue la Tortilla panadera, compuesta de dados de pan fritos, mezcla de quesos fundidos y salsa de tomate casera, la cual no sólo otorga un color rojizo a nuestro OVNI de huevo y patatas, sino que le aporta un sabor a la mezcla digno de nuestras ojipláticas reacciones.
Sólo hay que avisar que estas tortillas, por lo que pudimos ver en el resto de mesas es igual en todas, vienen poco cuajadas (flojas, según se decía en nuestra casa durante nuestra infancia), por lo que a lo mejor a algunos no os gusta la textura del huevo batido poco hecho. A nosotros, al igual que la carne, nos gusta bastante, así que no sólo no tuvimos problema, sino que estuvimos encantados.
Como os hemos dicho más arriba y sumando la experiencia, casi que nos guardamos Flash Flash para una ocasión en la que sólo queramos devorar tortillas porque sólo de recordarlo, este humilde hamburguesero se está relamiendo mientras escribe estas líneas (y esto no puede quedar así), por lo que prometemos volver y acabar con toda la parte del huevo mezclado con papas y muchas más cosas.
Pero dejémonos de "distracciones", que aquí hemos venido a por las burgers. Hemos de decir que, sin ser un plato barato, hemos encontrado aquí una de las hamburguesas más tradicionales y a la vez sorprendentes de las que hemos probado. Razón de más para tener a Flash Flash muy en cuenta. Por un lado, tenemos a la madre de las hamburguesas tal y como la conocemos, ya que se sirve sin pan, sólo carne cocinada y acompañada de los ingredientes justos. Vamos, es un steak tartare pasado por la plancha un poco. Como os decimos, es el eslabón perdido y encontrado entre este plato tártaro y la burger como la conocemos hoy en día.
Empezamos por la Monty, la súper ventas de Flash Flash y que ahora mismo está en oferta, con un precio estupendo como agradecimiento haber vendido (creednos) unas cuantas. La hamburguesa es simple, tanto, que sólo es la carne aliñada y pasada por la plancha. No hay más y sin embargo el sabor de la carne para nada es soso y el punto de la carne, poco hecha, cómo no, es el adecuado, aunque no se vea el rosa de dentro. Recordemos que estamos ante un trozo de carne picada y cocinado, no se puede dejar muy cruda, ya que sería un steak tartare si nos pasamos. Su sabor es espectacular y tiene una jugosidad ideal. Como comer en casa.
Antes de seguir, os queremos hablar de lo que hace especial a la burger en Flash Flash. Vale que su carne esté muy buena, vale que los ingredientes, las patatas... Da igual, aquí llega la marca de la casa y lo que no hemos visto en ningún sitio. ¿Qué le va bien a la carne? La mostaza y aquí las tenéis de todo tipo y para todos. Creednos si os decimos que siempre habrá un tipo de esta salsa que casará con vuestras papilas gustativas y hará que el plato sea aún más delicioso.
No os vamos a analizar cada una, sólo os decimos que, ya por este detalle, merece la pena acercarse y probar una hamburguesa.
Pero sigamos con la crónica. Ahora le llega el turno a la Hamburguesa Flash Flash, parecida a la Monty, pero con alcaparras, un detalle que en nuestra mesa fue motivo de polémica, ya que no supimos ponernos de acuerdo a la hora de decidir si este detalle ayuda al sabor de la carne o lo empeora. Aún así, no tiene tantas como para no gustar ni demasiadas pocas como para sentirse decepcionado. Un pequeño paso de distancia con la anterior burger.
Y llegamos a la hamburguesa que tuvo más éxito en la mesa. Quizás porque es la que más ingredientes tiene. Os hablamos de la Cadillac, un trozo de carne picada envuelto en queso fundido y presentado encima de unas lonchas de bacon muy poco hecho. Sin lugar a dudas, la mejor de las tres, muy completa y el detalle del queso hace que sea una reina por si sola. Muy, muy recomendable. Y que no os engañe el hecho de que, por llevar queso fundido, la carne estará más pasada, todo es perfecto y el punto de la carne se respeta a la perfección y para muestra...
No, no es un Pac-Man, es un corte de una de las hamburguesas más completas y a la vez sorprendentes que podemos tener ahora mismo en las calles de nuestra ciudad.
Habréis visto en las imágenes que todas las burgers van acompañadas por patatas fritas, las cuales están perfectamente hechas y están realmente ricas. Una buena ración para acompañar a una hamburguesa a la que no estamos acostumbrados y que nos podría saber a poco. También acompaña a la carne en todos los platos un tomate asado, que cumple y que es bastante sabroso. En definitiva, un conjunto bien compensado y nada pesado. Ideal para es@s que quieren guardar la línea y darse un capricho de vez en cuando.
Aunque para capricho, los postres. Nos lanzamos, nada más verlos, a por una crema de tarta de queso, servida en copa y que, aún pecando de falta de sabor (en este caso se lo otorga la galleta y aquí viene presentada como complemento y por encima), nos pareció correcta y muy ligera.
Y el otro postre, la tarta de chocolate de otro mundo (sí, así se llama), nos gustó bastante. Sin ser muy empalagosa, no es la típica tarta, ya que va con galleta por dentro, otorgando un crunchy al postre muy interesante. El chocolate tampoco es muy fuerte pero sí tiene mucho sabor, por lo que todos los paladares pueden acabar contentos.
En definitiva y después de una larga espera, pudimos comprobar en qué medida Flash Flash es un sitio diferente, ya no sólo por su contraste entre decoración, personal y ambiente, sino también por su cocina. Desde luego, si queréis probar una buena y totalmente diferente hamburguesa, aquí la tenéis. Todo ello con un trato exquisito. Quizás el único punto negativo es el precio, algo elevado, ya que una hamburguesa media por 11 euros nos puede parecer excesivo si tenemos en cuenta que no lleva pan, pero la calidad y sobre todo la ubicación siempre hacen que suban un poco los costes. Sin duda un sitio recomendable, diferente y al que se puede volver tranquilamente, ya que ofrece muchas opciones en su original carta.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA:
5 CERVEZAS: 12.25 €
3 CUBIERTOS: 4.8 €
1 TORTILLA PANADERA: 8.40 €
1 HAMBURGUESA MONTY: 6.9 €
1 HAMBURGUESA FLASH FLASH:11.4 €
1 HAMBURGUESA CADILLAC: 12.4 €
1 COPA DE TARTA DE QUESO: 4.5 €
1 TARTA DE CHOCOLATE: 6.5 €
1 CAFÉ: 2 €
TOTAL: 69.15 €
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