Si hay algo que nos gusta más que comer hamburguesas, es viajar. Y por eso, siempre que podemos, buscamos la manera de combinar ambas actividades. Así fue cuando, recientemente, pasamos por Estocolmo, la capital de Suecia y lugar de origen de nuestra web "hermana" Burger dudes, con los que hemos crecido en paralelo, comprobando cómo han evolucionado hasta convertirse en un referente mundial. Pues bien, estos amigos son muy de hacer rankings (nosotros no tanto) y nada mejor que comprobar sus preferencias en su ciudad natal. Con todo esto comprobado, no tuvimos más remedio que visitar Franky's, un nombre que suena con fuerza en la capital nórdica, con dos locales abiertos y una fama que brilla allá por donde pasamos.

Al llegar, vemos que esa notoriedad se traduce en un local lleno, aunque pequeño, pero en el que pudimos acomodarnos en su terraza, convenientemente adaptada a las temperaturas del norte. Y, tras revisar la carta y ver algunas opciones que se nos hacían muy interesantes, además de proponer unos precios más que adecuados, incluso para el nivel sueco, nos lanzamos a realizar nuestro pedido. Hay que realizar la comanda en la barra y pagar, pero un camarero te servirá todo lo requerido, estés donde estés.

Tras esperar un ratito, llegaron nuestras Franky's favorite, unas hamburguesas básicas, en las que destaca un doble patty ( o uno, dependiendo de lo que elijamos), con salsa de la casa, queso, cebolla cruda y pepinillos encurtidos. Siempre decimos que no hace falta más para ser feliz en esto del hamburguesismo.
La carnaza, gran protagonista de nuestras crónicas, presentaba luces y sombras. Se trata de uno o dos discos de estilo California, más gorditos que una smash al uso, con un buen caramelízado, pero con un exceso de salpimentado que enturbiaba la mordida, Aún así, nos deleitamos con su estupendo picado y su jugosidad, aunque le habríamos pedido mucho más punch en lo que se refiere a sabor. Con respecto al resto de ingredientes, cumplen y equilibran el conjunto, dando como resultado un bocado decente, aunque no sobresaliente.

El pan también ofrece un estilo estándar; bien tostado y rico, pero no destaca. Esponjoso y resistente a tanta salsa, no llega a ser un brioche como los que abundan por aquí, pero cumple, que ya es mucho.
Como acompañamiento, nos decidimos por unos bastones de boniato frito, presentados en buena cantidad y muy crujientes. Ideales para comer por sí solos o remojados en la salsa picante casera que nos ofrecen, lo cual aumenta la experiencia con creces.
En definitiva y pecando un poco de orgullo patrio, aunque estas hamburguesas son un referente en Estocolmo, con un segundo puesto en el top 50 de nuestros amigos de Burger dudes, a nosotros nos dejaron un poco fríos, ya que esperábamos un poco más, sobre todo teniendo en cuenta que la burger en este país ocupa un lugar privilegiado dentro de sus costumbres. Todo es muy correcto, quizás demasiado, pero en cocina se olvidan de algo fundamental: ese toque de locura al zamparte un plato que puedes encontrar por cualquier sitio y que tiene que ofrecer algo que lo haga diferente, más allá de una imagen de marca ideal.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA (EN CORONAS SUECAS):
1 FRANKY'S FAVORITE DOBLE: 150 SEK
1 FRANKY'S FAVORITE SINGLE: 130 SEK
1 SIDE DE BONIATO: 45 SEK
TOTAL: 325 SEK

Añadir nuevo comentario