El Mercado de San Ildefonso nació como una apuesta por trasladar la propuesta gourmet urbana que tanto triunfa en otras zonas de Europa como Londres. Un espacio vertical e informal donde degustar productos de alta gama y comida internacional. Con el paso del tiempo, este concepto ha ido reduciendo el calibre de su oferta, a causa, en parte, de la no tal alta afluencia de gente a sus instalaciones. Por ello, en lo que a hamburguesas se refiere, se escapó un referente para ver llegar un estilo más fast food como es Alma Burger.
La carta de este nuevo puesto incluye, por un precio único de 8 € por unidad, una lista aceptable de variedades hamburgueseras, a las que podemos añadir, por 2 € más, una ración de patatas fritas congeladas como acompañamiento. La opciones suenan interesantes y aunque para muchos puede sonar a reclamo, el proveedor de la carne es La Finca, que para nosotros significa que no sabemos lo que nos vamos a encontrar. No hay menús, ni postres, ni nada, aquí se viene a hamburguesear; de hecho, la bebida se pide en otro puesto aparte, no sin un aumento de precio considrable, ya que una botella PEQUEÑA de refresco nos cuesta 3 €.
Puestos en faena, nos animamos a probar la hamburguesa Bico, con queso Cheddar fundido y champiñones a la plancha. Presentada en una bandeja de cartón, como si de un pastelito se tratase, recibimos una burger pequeña, aunque nos dijeron que son 180 gramos de una carne finita y demasiado cocinada, que se nos queda un poco salada, acompañada de unos champiñones ligeramente pasados por la plancha, que apenas aportan algo más que buena textura y un queso fundido a la perfección, cremoso y lleno de sabor.
Luces y sombras para una hamburguesa que pierde puntos por culpa de ese patty que ya hemos visto preparar en las dependencias centrales de su proveedor, que nos deja fríos con un picado excesivo, que deja el conjunto casi molido, lo cual dificulta aún más su cocinado. Lo que se suponía que era un reclamo, puede ser la parte que menos funciona de un plato en el que el queso y sobre todo, el pan, brillan con luz propia. Este último lo hace por méritos propios, resultando ser esponjoso y algo dulce, algo que se potencia con un tostado exterior, aunque echamos de menos que esta técnica se repita en su interior.
De las patatas fritas poco podemos decir; congeladas y sin mayor aporte que el de llenarnos el estómago, ya que, por muy barata que parezca la hamburguesa, se nos queda un poco corta en cuanto a cantidad y sabor.
En definitiva, esta visita al Merdado de San Ildefonso nos demuestra la bajada de expectativas que tenía cuando nació, recibiendo unas hamburguesas que se quedan muy lejos de las que se ofrecían antes, ya que el concepto venezolano de patty fino y simplicidad de ingredientes para ser remojados, si se quiere, en salsas, nos hace extrañar lo que un día, no muy lejano tuvimos. La oferta hamburguesera, hoy en día, ha pasado de gourmet a algo más parecido a la comida rápida, que pretende, sin acabar de conseguirlo, vestirse de algo a lo que consigue llegar y que sí, nos quitará el hambre, pero le acabaremos pidiendo bastante más.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 HAMBURGUESA BICO: 8 € + 2 € EXTRA PATATAS FRITAS
1 REFRESCO PEQUEÑO: 3 €
TOTAL: 13 €
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