Esto de vender hamburguesas se está poniendo cada vez más complicado y muchas veces una marca puede suponer el éxito o el fracaso de las mismas. Por eso los chicos de Aquí va nuestro logo se han encargado de proponernos conocer su carta mucho antes de conocer quiénes son realmente. Eso sí, ya podemos ver cómo va a ser el nuevo local, situado muy cerca del Metro de Cuzco.
En la carta ya podemos ver algunas pistas del origen de la cocina que vamos a probar, aunque preferimos hacernos los locos y seguir adelante con el proceso de alguien que va de nuevas a un lugar, algo que, por cierto, nos encanta. Los precios mantienen la media a la que han llegado durante los últimos años, por lo que, en comparación con el tamaño de las raciones que luego veremos, podemos decir que están bastante compensados.
Pronto nos animamos con los tenders o más bien, unas pechugas de pollo rebozadas, muy crujientes y en buena cantidad. Ideales para remojar en barbacoa o en la súper conocida salsa a base mayonesa que nos da otra pista de la gente que se esconde tras esta propuesta de marketing.
Después, llega el turno de la bacon cheeseburger, con unas tiras de cerdo muy, muy crujientes y potentes de sabor, un queso estupendamente fundido y una carne que, aunque presenta un picado grueso PERFECTO, palidece de sabor ante el resto de ingredientes que la acompañan.
Y eso que el punto de cocinado de la carnaza está clavado y el cuidado del producto en cocina es sublime, con ese toque de parrilla que nos encanta, resultando jugosa y fundente, pero el sabor, tirando a desaparecido, nos deja un poco fríos y se convierte en nueva pista del local en el que nos encontramos. Eso sí, el panecillo, de tipo brioche, tostado de forma uniforme con mantequilla y tierno, es el contrapunto perfecto para un conjunto ligeramente cojo, pero delicioso.
Como acompañamiento, tenemos patatas fritas, caseras, maravillosas. Con cocinado crujiente y nada grasoso, que hacen que las podamos disfrutar sin más, aunque es inevitable regarlas con un poquito de salsa.
Y como final, nada mejor que una de las meres tartas de zanahoria que hemos probado en la vida. Con un frosting que se puede comer a cucharadas, una esponjosidad única y un sabor delicioso.
Pronto podremos conocer la identidad de estos locos del grill, que se han arriesgado a tope con este nuevo lanzamiento, cosa de agradecer, ya que supone un soplo de aire fresco en esto del hamburguesismo y que nos regala las mismas sensaciones que en el resto de locales de su propiedad. Producto cuidado, buenas sensaciones y una carne que roza la perfección, pero que se queda a medio gas por culpa de esa falta de potencia.
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