Si las hamburguesas de Buenos días princesa o BDP (hay que usar siglas, queda más cool) ya eran famosas en Madrid y en casi toda España, nada mejor que adaptarlas para seguir la incombustible moda de las smash burgers para continuar en todo lo alto. Y es que mucho ha cambiado la marca desde que los visitamos. De hecho, se han expandido y sus princesitas han conquistado los rincones más insospechados, por lo que no era de extrañar que adoptasen las smash como firma. Pero no de cualquier manera, ya que la fórmula seguida aquí consiste en usar la cocina ÚNICAMENTE para aplastar carne y sacarla perfecta, sin mezclar con otros discos ni nada, procurando garantizar un estandar de calidad en el que muchos fallas al seguir estas modas.
Utilizando su primer local para esta misión, poco ha cambiado en cuanto a experiencia se refiere, ya que conserva mobiliario y decoración, e incluso la carta es la misma, aunque adaptada a esta técnica de cocinado. Es más, nos atreveríamos a decir que los precios son los mismos que nosotros conocimos hace un tiempo, a pesar de, como dicen muchos, ofrecer menos materia prima. No vamos a entrar en juicios de valor sobre el precio que cada empresario pone a su producto, pero sí que os aconsejamos aprovechar la oferta que tienen de dos smash por 20 € y así ahorrar un poquito.
Nosotros empezamos por las croquetas de carrillera, súper crujientes y con una masa espectacular. Muy cremosas y con una potencia de sabor inusitada. Nos da la sensación de estar zampándonos un guiso de la abuela, pero en forma de moñigo. Gran entrante y sobre todo, adictivo.
Pero pasemos a los platos fuertes, empezando con una Doble cheese bacon. Una apuesta sencilla, pero que nos muestra si lo que se hace en cocina es correcto. Y vaya si lo es. Una costra perfecta para foto, con un efecto Maillard muy conseguido, eso sí, utilizando la técnica one side, en la que, si le damos la vuelta al conjunto, dicha costra desaparece. El crujiente de la carnaza es espectacular, aunque dicha caramelización hace que la potencia de la carnaza y su jugosidad, de las que todo el mundo habla en sus versiones gorditas, desaparezca por completo. El bacon, como siempre, muy sabroso y el queso, aunque no fundido del todo, es cremoso y aporta su genuino toque a la mordida.
En otro lado encontramos la burger del mes, que no es otra que la ya clásica Oklahoma, con cebolla que se cocina a la vez que se carameliza la carne, aportando un punto extra de jugosidad al conjunto. Bien, aunque estas versiones no suelen ser un ejemplo de sabores y de hamburguesas que nos acaben flipando, como otras.
El punto menos llamativo es el pan, de tipo brioche y algo dulce, que va muy bien con las combinaciones clásicas, pero que en una smash, al menos para nosotros, acaba recogiendo demasiado protagonismo.
Por otro lado tenemos las patatas fritas en bastones, caseras y deliciosas, de las que no quieres que se acaben nunca y encima súper crujientes. Una maravilla para acompañar o terminar tu plato.
Y por supuesto, no podía faltar el postre: una tarta de queso cremosa y rica, que duró muy poco en la mesa, porque es de esas cosas que crean una adicción desmedida. Buen fin de fiesta y una opción muy interesante para merendar.
En definitiva, BDP Smash sigue en la cresta de la ola con la que empezó en su concepto más primigenio, con unas smash burgers a la altura de su fama, aunque con algún margen de mejora. Ideales para la foto y con gran sabor, pero dejando a la carne en un segundo plano. Aún así, sigue siendo una de las mejores opciones apretarse una buena burger, ya sea aplastada o con todo el esplendor de su carnaza.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
4 REFRESCOS: 12.8 €
1 CROQUETAS DE CARRILLERA: 9.6 €
1 BACON CHEESEBURGER: 10 €
1 BURGER DEL MES: 10 €
1 CHEESECAKE: 5.9 €
2 CAFES: 3.4 €
TOTAL: 51.7 €
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