Es oficial: la smash burger es más que una moda en España. Sí, en nuestro país, no sólo en Madrid, donde, se supone, explota todo antes y se acaba consolidando. Si, en nuestros inicios, era la ciudad la que marcaba las reglas hamburgueseras, ahora podemos encontrar una gran variedad allá donde pasamos, ya sean otras comunidades autónomas o ubicaciones donde zamparse una buena hamburguesa era casi ciencia ficción.
Con esta alegría llegamos a Valdemoro, que se está poniendo bien interesante en lo que a carnaza emparedada se refiere. Esta vez para visitar On burger, un pequeño local, decorado con multitud de neones y grafitis. Además, cuenta con una terraza la mar de apañada para esas tardes en las que el calor nos permite salir del chorrazo de aire acondicionado.
Al revisar la carta, nos quedamos un poco "preocupados", ya que nos proponen unas combinaciones y un estilo que recuerda más a una pizzería de barrio reconvertida que a un garito de hamburguesas como mandan los cánones. Aún así, nos animamos a probar uno de sus combos, consistente en una hamburguesa, patatas y bebida; concretamente, en esta ocasión fue la Janito, en su versión para dos personas, por 28.9 €. Bastante asequible en lo que respecta a combinaciones y precios. Además, tenemos una gran variedad, por lo que será raro que alguien de la mesa no quede satisfecho.
No tardaron mucho en servirnos nuestras comandas, así que pudimos inspeccionar con detenimiento esa carnaza que sobre sale del cilindro que marca el panecillo a modo de faldón y que deja ver una costra muy bien lograda. No es extrema, pero cumple y da ganas de hincarle el diente al segundo. Con buena cantidad de salsa, que favorece el chorreo a tope y queso muy bien fundido. Todo un puntazo en el apartado visual.
Al comenzar la cata, encontramos una carne doble bien jugosa, que se complementa muy bien con el otro par de ingredientes, pero sin renunciar a su protagonismo. Un bocado bien gocho, que nos hizo gozar de verdad. Incluso el pan, del que no nos hicimos muy amigos, cumple y aguanta esa cantidad de jugos y salsa a los que abraza y acompaño con creces hasta el último momento. Tostadito, por supuesto, aunque no con toda la personalidad que nos gustaría.
Como acompañamiento, ya habéis visto que tenemos unas patatas fritas caseras, cortadas en bastones y presentadas en una ración más que sobrada. Ideales para terminar de ponernos hasta arriba y no echar de menos entrantes ni nada.
En definitiva, On burger cumple, sin grandes estridencias, en una visita ideal. Cuando todo está equilibrado, como es el caso, y se hace bien, no hay mucho más que pedir. Una buena opción en Valdemoro si queremos salir de los locales más famosos y no salir decepcionados.
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