¡Que levante la mano quien le guste la buenas sorpresas! Pues a nosotros también, por eso, cuando nos dijeron que en Prospe Burger tienen una de las mejores hamburguesas de Madrid, no pudimos tardar en visitarlo, para encontrar un local cutre, bastante cutre, pequeño, del que sólo podemos esperar una hamburguesa batallera de barrio y de la que nuestro estómago se va a acordar durante mucho más tiempo que nuestro cerebro.
Y esa sensación continúa al leer la carta, un delirio de platos típicos de chiringuito o de puesto de feria. Con unos precios acordes a un restaurante en el que cubrir necesidades alimenticias sin que vuestro paladar siente el más mínimo placer. Eso sí, en todo momento nos sentimos arropados por el dueño, un dominicano SÚPER simpático, que aportaba buen rollo y muchas sonrisas.
Entre toda la amalgama de opciones, donde destacan nuestras amadas burgers, con carne de buey (esto nos hizo dudar mucho del sitio donde nos habíamos metido), perritos y demás comida americana, nos decidimos por la hamburguesa que da nombre al local, la Prospe Burger, con su carne, cebollita morada, un queso espectacularmente bien fundido, bacon no tan crujiente como dice la carta y la salsa de la casa. Todo ello acompañado por patatas fritas, pagadas aparte. Y sí, nos preguntaron por el punto de la carne, lo cual fue una señal de calidad que no supimos predecir.
Sí amigos, aquí está la sorpresa en forma de carne casera, bien cocinada, aunque en esta opción se les pasó un poco en la cocina. Tierna, sabrosa y jugosa, con un queso fundido que sabe a gloria, un bacon que juega bien sus cartas y una cebolla morada deliciosa. Lo de la salsa y a pesar de no ser partidarios de regar nuestros platos con ellas, hemos de admitir que nos encantó, dando sabor, pero sin restar protagonismo.
Por otro lado tenemos la Prospe Maxi, con 200 gramos, como en su predecesora, de carne, queso igualmente bien , lechuga, tomate y pepinillos. Es decir, una opción más sencilla, pero que mantiene la calidad.
En este caso, la carne estaba menos hecha, lo cual siempre es de agradecer, aunque los sabores aquí nos dejaron un poco más fríos, posiblemente porque veníamos de ALUCINAR con la anterior burger. Se nota el cuidado y el mimo en los pequeños detalles, como el queso, como ya hemos dicho, que nos fascinó, sobretodo estando en un local como en el que estábamos. Y esos detalles los marca también el pan, de tipo brioche y que podríamos encontrar en cualquier local que alardee del adjetivo "gourmet" en sus hamburguesas. Muy bien tostado, con un poquito de mantequilla y fresquísimo. Cada bocado se tornaba en un placer absoluto.
Aunque las burgers no vienen acompañadas de nada, el suplemento es pequeño y siempre alegran unas papas fritas que remojar. Aquí la calidad no es la misma que la de la carne y el pan, de hecho son congeladas y bastante sosas, pero muy bien cocinadas, siguiendo la estela del cuidado por los pequeños detalles.
En definitiva, en Prospe Burger jugamos al despiste con un local que no invita a entrar y detalles que nos harían salir corriendo (incluso la cerveza estaba mala), pero todo esto desvanece al ver aparecer nuestras hamburguesas y comprobar que están a la altura de las más gourmet o "de autor" que hayamos podido probar. Y encima con unos precios realmente ajustados y un servicio la mar de majete. Todo hecho de forma artesanal, con sus limitaciones, pero con un cuidado que hacen que nos hayamos llevado la sorpresa hamburgeusera de nuestra vida.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 CERVEZAS: 5 €
1 PROSPE BURGER (CON PATATAS): 6.45 €
1 PROSPE MAXI (CON PATATAS): 7.45 €
TOTAL: 18,9 €
Comentarios
muy buena
¡OLE!
¡Cómo nos alegramos de que te haya gustado, Freddy! La verdad es que el sitio no parecía nada del otro mundo, más bien todo lo contrario, pero esa burger... buffff. Eso sí, sólo es eso lo que es digno de mención, ¿verdad?
prospe
Lo siento, pero no volveré
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