Situado en el mismo local que John LaMarket, una de las burbujas que más rápido se deshinchó en la capital, tenemos ahora Juanchi's Burger (sin U, como lo hemos visto escrito hasta la saciedad), buscando la suerte que no tuvo su predecesor con espacio más industrial e informal, todo lo guay llevado al extremo, cómodo y atractivo a la vista. La marca hace gala de su procedencia latina y su éxito en Estados Unidos, hasta tal punto que, en su logo, vemos su nombre y su ubicación en Brooklyn.
La carta es muy amplia, quizás demasiado, con opciones hamburgueseras muy dispares que van desde una sencilla cheeseburger hasta una trufada, con entrantes que mezclan los tradicionales norteamericanos con los venezolanos, propios del país de procedencia de sus dueños. Los precios son altos, más de lo que cabría esperar, aunque disponen de un menú diario que el servicio no nos ofreció, siendo conscientes de su existencia al pagar la cuenta, algo que el mismo servicio nos reprochó, en mensajes privados, que fue culpa nuestra, por no preguntar. Juzguen ustedes mismos.
Para comenzar, nos lanzamos a por unas alitas de pollo crujientes, adobadas y congeladas. Eso sí, bien cocinadas y estupendas tanto solas como para remojarlas en sendas salsas que las acompañan.
La metodología a la hora de elegir la hamburguesa es bien sencilla, nos podemos decantar la carne, la guarnición y el pan. Nosotros nos animamos por la Juancheese doble; combinación sencilla, para comprobar los sabores más básicos de la hamburguesa y no despistarnos con elementos extra. Lo que nos llegó fueron dos patties de 100 gramos cada uno, según la carta, a nosotros nos parecieron mucho más pequeños, recubiertos de un queso muy bien fundido, pero que no ofrecía demasiado sabor. A su lado, un par de hojas de lechuga enormes, una rodaja de tomate y un pepinillo cortado muy, muy finito.
La carne, supuesta gran protagonista del conjunto, es melosa, un poco más picada de lo que nos habría gustado y con un gusto salado que nos produjo una incesante sed durante el resto del día. Eso sí, para encontrar unos discos finos, el punto de la carne estaba bastante conseguido. Una pena esos pequeños detalles, que podrían ser fruto de la mala suerte pero que, debido al precio que presentan estas creaciones, nos hacen ser exigentes.
Todo el conjunto va abrazado por un pan personalizado, de tipo brioche, dulce, pero no invasivo, que aguanta en todo momento los dos bocados que nos dura toda la hamburguesa. Se presenta ligeramente tostado, aunque, ciertamente, se queda grande para todo lo que va en su interior.
Como guarnición, nos decidimos por la batata frita, congelada y cortada en bastones muy finos que nos gustó bastante, aunque fue inevitable acabar remojándola en una o varias de las salsas caseras que se nos ofrecen en la mesa nada más llegar.
Después de haber leído mucho sobre Juanchi's, salimos un poco decepcionados, más allá del problema con el menú y de su posterior "reproche" por parte de uno de los camareros, porque nos encontramos con un fast food caro, bastante, que ofrece hamburguesas pequeñas y justas a precios muy elevados. No podemos evita comparar esta experiencia con las más de cien (y doscientas) que tenemos sólo en Madrid y tras identificar el sector al que más se asemeja y reducir la comparación, comprobamos que hay muchas más opciones, más asequibles y de mejor sabor. Aunque para gustos, los colores y seguro que lo comprobamos en los comentarios próximamente.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 VASO DE AGUA: 0 €
1 ALITAS DE POLLO: 7.9 €
1 HAMBURGUESA JUANCHEESE: 12.5 €
TOTAL:20.4 €
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