A veces parece que la vida tiene un plan para todos nosotros o eso pensamos cuando, en plena Semana Santa, los dioses hamburgueseros se pusieron caprichosos, mostrándonos la puerta cerrada de cada sitio al que queríamos entrar. Finalmente, nos decidimos por un viejo conocido, Diurno, en el que habíamos estado bebiendo cocktails, tomando café o echando un vistazo al contenido de su vídeo club. Así que en ésta nos presentamos allí, en ese salón decorado con muy buen gusto, en el que destacan los tonos caoba y con un aire industrial old school que nos encantó.
En cuanto a la oferta gastronómica, encontramos de todo, combinando la cocina más clásica con algunas moderneces que gustan tanto al público que lo visita. Pero cuando los ojos se detienen en la sección de burgers, nuestro cerebro se vuelve loco ante las tres opciones que presenta, ya que son a cada cual más dispar. Tenemos la clásica de de ternera gallega, la de atún y la de rabo de toro. Difíciles elecciones todas, aunque los precios se suban un poco más de lo normal.
Como la búsqueda de carnaza se nos había alargado y ya había hambre, nos lanzamos directamente a por las burgers, aunque antes pudimos disfrutar de un pequeño aperitivo, consistente en aceitunas y humus que, dicho sea de paso, nos alegró la espera, siendo la primera de las sorpresas de la visita. Si os gusta la pasta de garbanzos, ésta os va a enamorar. Eso sí, todo esto será cobrado al final, bajo el concepto de "servicio de pan".
Y así llegamos a nuestra amada carne emparedada, aunque visualmente es bastante atractiva, quizás echamos en falta un tamaño más importante. No se nos informó nunca del peso de la carne, pero apostamos por los 150-170 gramos. Aún así, nos encontramos con una materia prima a la altura, muy bien picada y condimentada, aportando un sabor que parecía que estaba un poco perdido en nuestras últimas experiencias.
Los dos quesos juegan muy bien con la carne, aunque el Havarti, que parece Gouda no viene fundido y su sabor queda bastante diluído. Los puntos de cocción son casi casi los clavados, quedando una carne bien rosita por dentro y estupendamente caramelizada por fuera. Aquí encontramos el gran acierto de cocina con el dominio de la plancha.
En cuanto al pan, como bien se nos dice en la carta, se trata de un brioche de cerveza negra con semillas de amapolas, que juega al despiste con los sabores, ya que el dulzor de este tipo de bollos se ve contrarrestado con el amargor de la birra, resultando un bocado que acompaña sin oscurecer el juego del resto de ingredientes. Fresco, aunque más seco que un panecillo normal y con un ligero tueste que, como resultado, logra mantener su integridad en todo momento ante los jugos que nos acompañan a cada mordisco.
Para hacer contraste, pedimos la hamburguesa de atún, venciendo nuestra debilidad por el rabo de toro y dejándola para otra ocasión.Aquí estamos ante una opción diferente, con un predominante sabor a pescado que se amortigua con una mostaza y una mozzarella que casi brilla por su ausencia.
Todo esto da como resultado una burger sencilla y muy ligera, que se deja comer muy bien, aunque repite la misma debilidad de su "hermana", un poquito más de tamaño nos habría agradado, sobre todo al ser conscientes de que estamos ante un plato de 13.25 €.
Como no podía ser de otra manera, todas las hamburguesas van acompañadas de patatas fritas en una buena ración, aunque les encontramos la gran desventaja de ser congeladas, lo cual resta un poco de calidad a una experiencia que se podría resumir con esa palabra.
En definitiva, nuestra visita a Diurno fue toda una sorpresa, quizás por la falta de expectativas en lo que a hamburguesas se refiere. Con un local y un trato por parte del servicio muy agradable y unas burgers que, si bien se pasan de precio en sus versiones más "exóticas", tienen calidad suficiente como para encantarnos. Cocina sencilla y de calidad con un tamaño un poco más pequeño de lo que estamos acostumbrados. Aún así, se trata de uno de esos sitios que invitan a repetir, con multitud de opciones para todos los gustos y en el que nos sentiremos como en casa.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 REFRESCO: 2.3 €
1 CERVEZA: 3 €
2 SERVICIOS DE PAN: 3.2 €
1 HAMBURGUESA DE TERNERA: 11 €
1 HAMBURGUESA DE ATÚN: 13.25 €
TOTAL: 32.75 €
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