La hamburguesa se sigue adueñando de los locales madrileños, ya sea como especialidad o como parte especial de la carta, como ocurre en Dog & Fox, un nuevo garito, situado en Argüelles y que, haciendo gala del extendido concepto de slow cooking, ofrece una experiencia carnívora ideal en un espacio ecléctico, rodeado de arte y acogedor.
En la carta encontramos un compendio de platos, eminentemente carnívoros, con influencias latinas y con referencias musicales en todos sus nombres, por lo que podremos pedir, por ejemplo, una hamburguesa por sus ingredientes o por la música que la representa. Además, encontramos entrantes muy variados y unos cuantos postres. Todo con unos precios bastante ajustados, que contentarán a mucha gente.
Empezamos con un clásico del Boss, sus Glory days o lo que es lo mismo, patatas fritas con un pulled pork súper tierno, asado con vino y bañado con queso Cheddar. La combinación es estupenda y el sabor único, destacando las papas caseras, pero encontramos un conflicto entre el jugo de la carne y el queso, que hace que este último acabe coagulando, lo cual no es muy bonito a la vista, pero no resta ni un ápice de potencia en su sabor.
Ahora seguimos con el segundo acto, empezando con una hamburguesa especial, con seta Portobello, queso Provolone y un poquito de pesto, untado en un panecillo esponjoso y ligeramente tostado que abraza un conjunto consistente y muy, muy sabroso cuyo núcleo es una carne de 200 gramos muy jugosa.
La carne tiene un buen calibre, aunque el picado nos resulta algo excesivo, cosa que comentamos con los responsables y nos explicaron que es el estilo al que están acostumbrados en sus países de procedencia, por lo que, al ser un tema subjetivo, nos parece un excelente motivo. Aún así, se presenta muy jugosa y tierna y se deja disfrutar de principio a fin. Eso sí, no se nos preguntó por el punto, haciendo que nos preguntemos cómo sería la experiencia con esa carnaza al menos hecha.
Te lo pido por favor, así se titula la canción de caifanes que bautiza a esta hamburguesa con queso, guacamole y mayonesa de chipotle suave que, siendo absolutamente diferente, en concepto, a la anterior, es igualmente deliciosa. La cremosidad de los elementos al juntarse en cada bocado nos hace suspirar de placer, a pesar de ser muy difícil de agarrar, ya que el pan americano no puede con tal cantidad de ingredientes.
Este compendio de productos caseros se completa con unas salsas deliciosas, empezando por un tomate que recuerda a los sabores de una boloñesa al uso, una mostaza con curri especial y la mencionada mayo. Además, ambas elecciones vinieron acompañadas de patatas fritas caseras poco cocinadas, resultando bastante melosas y también un cuenquito de tomates cherry, para refrescar, lo que completa un plato que, a nuestro parecer, acaba siendo barato.
En conclusión, Dog & Fox se posiciona en Argüelles como una opción con una relación calidad/precio muy adecuada, que ofrece una alternativa sabrosa a muchos locales de jóvenes, donde comer algo más que productos recalentados que cubren más el ahorro que la nutrición. Sin duda, un lugar al que volver y disfrutar, sin repetir, de su sorprendente carta.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 DOBLE DE CERVEZA: 2.6 €
1 AGUA: 2.5 €
1 PATATAS CON PULLED PORK 8.1 €
1 HAMBURGUESA ESPECIAL: 9.5 €
1 HAMBURGUESA CON GUACAMOLE: 10.5 €
TOTAL:33.2 €
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