

A la hora de degustar NUESTRA hamburguesa (y lo recalco por las razones explicadas más arriba), nos encontramos con un estilo bastante atractivo, el cocinero sabe lo que hace y cada bocado supera al anterior. La calidad de la carne es deliciosa y su sabor bastante bueno (aunque falla un poco la falta de sabor a parrilla que hemos encontrado en alguna otra de nuestras catas). Por todo esto, también hay que situar a Ernies Station en escalafón alto dentro de nuestro ránking particular en busca de nuestro Big Kahuna hamburguesero.
Siempre hablamos del servicio de camareros al principio de nuestras reseñas, pero hoy hemos querido hacer una obligada excepción, ya que la degustación de nuestro manjar favorito deja este aspecto en un segundo, aunque bastante importante, lugar, siendo éste bastante normal, no esperéis grandes sonrisas ni simpatías en busca de propinas, un aprobado justo y nada más se lleva el servicio en este local, que sirve únicamente como camino que nos lleva a disfrutar sentados de una buena hamburguesa hecha a medida.
Hay un detalle también que merece la pena comentar, aunque sea de pasada y es que el local cuenta con una planta subterránea donde han habilitado un pequeño bar para tomar copas después de cena, por ejemplo y prolongar tu visita en el restaurante, una idea que, personalmente, me parece fantástica y que se hereda de la parte mexicana de los dueños, que también se deja ver en la oferta de bebidas alcohólicas que ofrece, destacando tequilas de gran calidad y digestivos, por otra parte :P.
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