Las Tablas es territorio hamburguesero, de eso no hay ninguna duda. Pero cuando no podíamos esperar sorprendernos con una nueva apertura, aparece The Food Fighters para alegrarnos el día. Gracias al germen y la experiencia de haber levantado los cimientos de Beefcious, uno de los lugares clave en esto de la carne emparedada y con ganas de volar libre, sin ataduras, uno de los socios de este garito que mezcla el gusto por lo americano, con lo más local, homenajeando a los productores, donde la magia empieza llega a nuestras vidas en forma de taberna madrileña o más bien cantina o restaurante americano... No sabemos exactamente cómo definirlo, porque lo tiene todo y lo tiene bien.
En la carta encontramos propuestas Tex-Mex que se juntan con las meramente españolas, como el serranito o las patatas bravas y entre medias, un menú muy apetecible, que promete hacernos felices por 12.5 €, aunque también podemos salir encantados pidiendo unas medias raciones. Todo con precios más que adecuados.
Con ganas de probarlo todo, comenzamos por unos nachos (8.5 €), que se muestran interesantes y cumplen lo de ser caseros. Muy buenos totopos, con una salsa de queso arreglada por ellos mismos, de sabor potente, pero que juega muy bien junto con el guacamole y la crema agria. Ración muy contundente, ideal para compartir, del mismo tamaño tanto de carta como si la pedimos de menú.
¡Y seguimos para bingo! Hacemos caso de las recomendaciones de los dueños, siempre cercanos y amables con todos los clientes del local y nos encaramamos a la altura de la Red Hot Chili (¡cómo se nota que aquí les gusta la buena música), que sale, como el resto de opciones, por 9.5 €. Estamos ante un monstruo con 180 gramos de carne de ternera de la Sierra, mermelada de tomate, bacon, queso Cheddar, chili con carne y queso Parmesano dentro del mismo patty. Un delirio para los sentidos, difícil de agarrar, pero muy fácil de disfrutar. Con una carnaza que tiene su parcela de sabor, equilibrándose con los dos quesos y el chili, pero que cae rendida ante el saborazo del dulce/ácido de la mermelada. Conjunto casi perfecto.
Como decimos, la carne tiene su presencia, con un picado estupendo y un sabor a la altura, ligeramente ahumado, para provocar nuestro regocijo. Además, en cocina saben hacer las cosas y el punto, a pesar de ir mezclada con queso, es el solicitado, sacrificando el fundido interior. Eso sí, encontramos una gran dificultad al agarrar todo el conjunto, ya que las salsas y jugos hacen que el pan se dé por vencido, a pesar de presentarse bien tostadito.
De guarnición, como no podía ser de otra forma, tenemos unas patatas confitadas y fritas, cortadas en gajos, que se convertirán en las protagonistas de vuestros sueños. No sólo por su cocinado, sino también por su textura, cercana a unas papas arrugás, que os pedirán una salsa especial para ser remojadas y que su disfrute sea máximo.
En definitiva, la sorpresa que nos llevamos con The Food Fighters es máxima. Desde su servicio, hasta sus productos, aquí se cuidan los detalles y se busca que el comensal salga saciado y contento, con precios muy decentes. La variedad y calidad de todo lo que ofrecen es brutal, lo que nos provoca pensar en nuestra siguiente visita y lo que caerá entre nuestras garras.
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