Parece ser que, si hay algo que ha aumentado con el tiempo más que las hamburguesas, son los concursos en los que se elige la mejor burger de una ciudad, de España, la mejor smash burger, etc.
Hay tantos, que la conclusión que sacamos es clara: si no eres el mejor en uno, lo eres en otro. Aquí hay tanta oferta que casi todo el mundo acaba satisfecho con el tiempo. Pues ese mantra es el que se respira en Frankie, con el galardón de una de esas competiciones de cuyo nombre no quiero acordarme y que si le ha servido para algo, es para crecer y darse a conocer.
Nosotros nos acercamos al local situado en la Calle Ponzano. Pequeñito y muy bien aprovechado, con unas mesas casi tan juntas que podrían ser la misma y los comensales un grupo de amigos. La decoración es minimalista e industrial, algo que siempre nos gusta cuando vamos a zamparnos una buena carnaza emparedada.
Tras llegar y ver que el espacio estaba abarrotado, comprobando el éxito de su fama, nos dispusimos a hojear su carta, con poquitas cosas, directa, como nos gusta. Un par de entrantes y un puñado de hamburguesas tradicionales, nada de aplastamientos, costras y demás cosas que hay ahora.
Así que nos preparamos para la ración de alitas que nos llegó, súper crujientes y muy jugosas. Decir que nos encantaron es quedarse cortos. Además, en muy buena cantidad y por sacarle algo "malo", con mucha salsa barbacoa que no acabó de convencernos por su sabor.
Tras este momento de ilusión, llegaron las burgers. Empezamos hablando de la Cheese bacon. Sencilla, con un par de ingredientes, como nos gusta. Aquí el queso bien fundido es el atractivo, ya que el bacon no acaba de tener toda la presencia que le pediríamos. Lo mismo que le pasa a la carne, picada en exceso y algo carente de sabor. Se trata de un conjunto que acaba flojeando por no tener una protagonista clara y que se queda a medio gas.
Eso sí, el punto está bien conseguido, pero, como decimos, el doble picado fino hace que perdamos textura, consiguiendo que nos lleguen reminiscencias de mordida cercanas a esa franquicia con una estrella en su logo (busquen ustedes mismos la referencia.
Por otro lado tenemos la hamburguesa Barbacoa. Con los mismos puntos negros que su antecesora, sumando una lechuga que se come todo el sabor y una salsa barbacoa que está más presente a la vista que al gusto. Una lástima, porque se queda realmente sosa y no acabamos de disfrutar esta Director's choice disfrazada.
El pan se salva, por los pelos, ya que se trata de un brioche, pero sin mucho dulzor y perfectamente tostado. Acopaña, pero sin alardes. Eso sí, las patatas fritas que acompañan ambos platos, caseras, nos encandilaron. Caseras y crujientes, ideales para remojar, aunque se disfrutan perfectamente solas.
En definitiva, esto de los concursos eleva las expectativas de sitios que se quedan en un meh de campeonato. Burgers que antes no nos habrían dicho mucho más y que ahora, con toda la competencia que hay, hacen que no dejen mucho recuerdo en nuestro imaginario hamburguesero. No obstante, seguiremos la pista a este Frankie, a ver si es fruto de una noche de verano o aguanta el paso del tiempo (y su competitividad).
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 CERVEZAS: 7 €
1 ALITAS: 11.5 €
1 FRANKIE CHEESE BACON: 12.5 €
1 BARBACOA: 13.5 €
TOTAL: 44.5 €
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