G.O.A.T. (Greatest Of All Time) o el mejor de la historia es un término que se ha puesto de moda a raíz del debate sobre Michael Jordan o LeBron James y cuál de los dos merece ese título (no hay discusión, es el primero). Y desde Málaga nos llega ese concepto, que no es otro que el de la excelencia hecha hamburguesa, el que nos ofrece este local de mismo nombre, que explota el rollito urbano de espacio industrial, con hormigón a la vista y diseño que explota más el delivery o take away que el de consumir in situ.
Con estas premisas basketboleras y neoyorkinas, ya nos tienen ganados, por lo que realizar una visita a su sede de Madrid es casi una obligación. Así que allí nos plantamos, con mucha hambre (para variar) y ganas de conocer ese garito del que tan bien hablan. Nos llama la atención, también, una carta adecuada, equilibrada y con unos precios que pueden resultar elevados, pero que corresponden a una más elogiable calidad. Lo mejor: por 4 € extras, podemos convertir nuestras elecciones en menú, que incluye ración de patatas fritas y bebida. Además, tenemos unas cuantas opciones de bocadillos o subs, como se llaman al otro lado del Atlántico, que prometen ofrecer grandes experiencias a cada bocado.
¡Vamos al lío!
Empezamos con la Royal Cheeseburger doble, que tanto nos suena a Pulp Fiction. La presentación es en bandeja, con sus papas y su bebida. La burger va envuelta en papel, haciendo que la magia de la humedad haga su efecto. Al desenvolver todo, tenemos a la vista una maravilla con mucho queso fundido, que en boca resulta cremoso y delicioso. Este deja ver una carne muy bien cocinada, con su costra y su jugosidad. De hecho, nos resultó curioso que nos preguntasen el punto de la misma, ya que una smash no se presenta al gusto, pero es que tampoco es una smash canónica y el patty es algo más gordito, sin llegar a ser fat, y eso hace que podamos degustar los jugos de la carnaza y disfrutar de todo su sabor. Todo un winwin.
Una combinación sencilla para los amantes del quesazo en grandes cantidades y de gran calidad. Lo más cercano a un queso americano que podemos encontrar hoy en día. Pero si lo que queremos es comprobar la técnica en la plancha de estas smash, lo mejor es pedir una GOAT Signature, en la que apreciamos, con todo lujo de detalles, una costra espectacular.
Además, ese bacon se complementa a la perfección con la carnaza y en este caso, el queso acompaña, sin inundarlo todo con su presencia. Otro acierto al que abraza un pan adecuado, muy cercano al potato roll que tanto nos gusta. De esos que juega, pero no quita protagonismo a los demás ingredientes.
Y por supuesto, no pudimos escapar de la tentación de pedir la misma versión, pero con pollo frito. Aquí tenemos la Chicken Signature, que nos pareció algo más floja, a pesar del gran sabor del pollo rebozado con butter milk. Quizás esto se deba a las dos joyas que nos zampamos previamente, pero vamos, se dejó comer perfectamente y en conjunto, también estaba muy bien equilibrada.Como decimos, con sólo un suplemento, podemos añadir patatas fritas al conjunto y os decimos desde ya que son una maravilla. Muy bien fritas, caseras y con el punto de sal justo. Se pueden convertir en toda una adicción. Tal fue así, que nos las zampamos antes de atacar nuestras burgers.
En Definitiva, esta visita a G.O.A.T. no sólo nos ha sorprendido, sino que nos ha enamorado, demostrándonos que, si se quiere, se pueden hacer cosas tremendas, sin alardes, dejando que el producto hable por encima del marketing. Un gran servicio y unas mejores burgers hacen que nuestra experiencia se pueda calificar de sublime y que ya estemos deseando volver.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 GOAT SIGNATURE BURGER: 10 €
1 ROYAL CHHESEBURGER BOBLE: 13 €
1 CHICKEN SIGNATURE BURGERr: 13 €
2 PATATAS +. REFRESCO: 8 €
TOTAL: 44 €
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