La historia que nos cuentan en TGB es diferente a todo lo que os hayamos podido contar con anterioridad, y es que es un local de comida rápida de los de toda la vida (con una zona de pedido) pero que intenta diferenciarse de ellos en todo lo posible, ofreciendo como detalle que hasta podamos ver cómo se preparan sus hamburguesas en la cocina abierta o que nos den unos cacharritos avisadores de que nuestro pedido esté listo en lugar de hacernos esperar de pie. En la carta de TGB podemos ver claramente dos reyes: las hamburguesas y los perritos calientes, aunque para aquellos que cuiden más su línea tienen la opción de elegir entre los tres tipos de ensaladas que ofrecen, que vimos que se servían en buenas cantidades.
Nosotros nos decantamos por probar la más vendida, la TGB Burger con vacuno, queso americano, bacon, lechuga, tomate y salsa TGB ("con un toque agridulce y picante"). Nuevamente, la presentación nos recuerda a aquellas hamburguesas que nos comimos en la sucursal de Shake Shack en Union Square en Nueva York y al dar el primer bocado nos sorprendemos al ver que la carne está perfectamente rosada, ya marcando la diferencia con otras que hayamos podido probar en un fast-food. Quizás el sabor en su conjunto no nos hace pensar en una hamburguesa gourmet a las que ya estamos acostumbrados pero no os vamos a negar que esto tampoco sabe a McDonald's/Burger King y que claramente hay un escalón diferencial.
La lechuga Batavia nos encanta por lo vistosa que queda en estas hamburguesas pero quizás lo que más llegamos a apreciar es el panecillo, que nos convence por ser esponjoso y dulzón, ideal para este tipo de burgers.
Como nos gusta probarlo todo, también nos zampamos una Pull Pork BBQ. Es ésta quizás la que más nos llamaba la atención de toda la carta y acertamos de pleno porque no hacemos más que pensar en volver a TGB por culpa de esta maldita. Está hecha de carne deshilachada de cerdo, salsa barbacoa y con aros de cebolla, así que ya os podéis imaginar que se deshace casi en la boca, haciendo las delicias de cualquier paladar hamburguesero que se precie. Por favor, ¡no dejéis de probar esta hamburguesa si pasáis por allí!
Las burgers son pequeñas, así que si vienes con hambre es mejor que pidas un par. No creemos que este sea mayor problema porque los precios de éstas no superan los 3,5€, pudiéndola hacer doble por 1,5€.
Esta vez pecamos y engullimos un par de hot-dogs que, aunque ricos de sabor, se nos antojan algo pequeños y que no llegan a compensar si no hay alguna oferta de por medio. Quizás es que nosotros somos demasiado fans de las hamburguesas...
Para echar todo esto abajo, hay una zona de "refill" de refrescos y las cervezas y tintos de verano se sirven en hermosas jarras, un puntazo desde luego cuando estamos hablando de este tipo de comilonas.
Finalmente, llegamos a los postres y nos decantamos por un frozen yogurt grande con dos toppings (todo muy al estilo Llaollao/Smöy), aunque también se podía tomar helado de vainilla llegando a elegir entre 22 ingredientes diferentes para acompañar. La verdad es que el sabor del yogurt era muy conseguido y la ración bastante generosa. Sin duda, un toque refrescante para acabar una comida de este tipo.
Frozen En definitiva, aunque el Grupo Restalia no ha descubierto ningún continente nuevo al implantar un concepto existente en otros países, ha sabido adaptarse al mercado español y cubrir un hueco que quedaba abierto en esta burbuja de la hamburguesa en la que estamos sumergidos. The Good Burger ha conseguido posicionarse como una alternativa de calidad razonable a un precio imbatible (estad atentos de los descuentazos que tienen, como el 2x1 de los viernes) para aquellos que no quieren rascarse demasiado el bolsillo sin acabar comiendo en un fast-food cualquiera.
Puedes encontrar The Good Burger en la zona de restauración del Centro Comercial La Vaguada.
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