En este Hamburguesas por el Mundo no nos vamos demasiado lejos, solamente nos alejamos unos cientos de kilómetros para irnos al corazón de la Costa del Sol y del lujerío. Lo habéis acertado, estamos en Puerto Banús (Marbella), el lugar de España en el que se concentra el mayor número de Porsche, Maserati y Ferrari por metro cuadrado.
No era la primera vez que pisábamos un Hard Rock Café (ya sabéis que el de Madrid es uno de nuestros integrantes del TOP Hamburguesero) y tampoco éramos vírgenes en esta sucursal del sur de España, así que tuvimos pocas sorpresas en esta ocasión. Abierto en diciembre del año 2009, este local de la famosa cadena siempre está a rebosar, especialmente cuando las pieles más blancas del norte de Europa hacen su aparición por las playas malagueñas.
Mientras que la decoración interior no destaca entre otros restaurantes de Hard Rock (más allá de un espectacular ventanal en uno de sus laterales, que deja disfrutar de los estupendos días de sol en esta zona del mundo), lo que nos mola aquí es su magnífica terraza. Gigantesca, soleada, agradable, con la posibilidad de ver qué ocurre por las siempre interesantes calles de Puerto Banús, la terraza del Hard Rock Café Marbella bien vale la espera que muchas veces hay que soportar.
Además, si tenéis amigos canes, como nosotros, serán bienvenidos a compartir contigo la comida en la terraza, cosa que es de agradecer.
Mención aquí merece el servicio. Las chicas que nos atendieron lo hicieron de maravilla y no podemos tener ninguna queja en este sentido. Quizás echamos de menos ese toque americano que sí que vemos en Madrid, esa presentación que tu camarero te hace al acomodarte diciendo su nombre y prestándose a ayudar en lo que pueda. Bah, ¡detalles menores cuando a uno lo tratan bien!
Sobre la carta, tenemos que decir que nos llevamos un desagradable sobresalto al ver que los precios han aumentado ligeramente. Si ya os contábamos que nos parecían elevados (a pesar de la calidad de la comida), ahora la cuesta de enero nos resulta aún más pronunciada... También es cierto que para que ir a HR compense hace falta que vayáis más de tres personas e incluso más. Los platos son brutalmente grandes en la mayoría de las ocasiones y muchas veces os quedaréis más que a gusto si pedís para compartir, lo que reduce bastante la cuenta.
Contundentes ensaladas y entrantes mano a mano con los sándwiches, las hamburguesas y platazos de carne son los protagonistas del menú. Además, se nota que lo cócteles siguen triunfando entre la clientela habitual de estos restaurantes alrededor del mundo y encontramos que la carta de bebidas es cada vez más grande. Eso sí, los precios de los combinados nos asustan y, por muy buenos que estén, optamos por ceñirnos a los refrescos y las cervezas.
¡Vamos al lío! ¡y del bueno! Como es habitual, nos pedimos unos HRC Nachos. Venir a Hard Rock y no pedir este plato es, como dirían nuestras madres, "como el que tiene un tío en Alcalá, que ni tiene tío ni tiene ná". Y es que son maravillosos, arriesgándonos a apostar nuestra mano asegurando que son los mejores que hemos probado desde la apertura de este blog. El plato es descomunal, ya que se trata más bien de una fuente llena de nachos cubiertos por grandes cantidades de queso Cheddar y Monterey Jack, frijoles, pico de gallo, cebolla, la grandiosa crema agria y un guacamole (que se pide adicionalmente y que está a precio de oro) súper fresco.
La siguiente víctima de nuestras mándibulas fue el Combo dúo de carne ahumada, en este caso, de costillas y cerdo deshilachado. Ya éramos fans totales de nuestro amigo el costillar y decidimos ver qué tal el cerdo. Pues sólo decir que TREMENDO. El plato va bien servido, acompañado de patatas ricas con piel y ensalada de col, así que más os vale compartirlo si no queréis ir rodando como una croqueta hasta la playa.
No podía faltar en la mesa una hamburguesa, ¿no? Pues como la indecisión se apoderó de nosotros, nos abalanzamos por lo básico: la Original Legendary Burger. Esta guapetona tiene 10 onzas (unos 280 gramos) de carne bien picada y condimentada, un aro de cebolla crujiente (que en este caso nos pareció muy pequeño), queso Cheddar, tomate, lechuga y, lo mejor de todo, el bacon ahumado bien crujientito.
¿Qué bonito sería todo con semejante descripción, no? Pues es una auténtica pena que la cocinen mal y no nos lo explicamos en un lugar con semejante tradición hamburguesera. Juzguen ustedes mismos, ¿es esto por asomo una hamburguesa poco hecha? Definitivamente NO.
Para ser sinceros, como no teníamos ganas de que se nos pasase el hambre, no pedimos cambiarla por otra y no sabemos la reacción que habrían tenido pero cuando una burger cuesta casi quince eurazos es algo que no te puedes permitir. Una lástima, las hamburguesas de HR siguen siendo de lo mejorcito que encontramos en el panorama hamburguesero de cualquier ciudad pero que no les tengan cogido el punto en la cocina es un delito.
El acompañamiento de nuestro manjar entre panecillos son unas ricas patatas fritas sazonadas que puedes mojar en lo que ellos denominan "salsa especial". La verdad es que las patatas son buenas (a pesar de que a estas alturas ya no nos entra casi ninguna) pero la salsa sigue sin convencernos mucho y preferimos tirar de kétchup.
Por si el festín fuese pequeño, no podíamos irnos sin EL POSTRE. Sí, en mayúsculas porque para nosotros no existe otro en la carta, ni nos lo planteamos, vamos directos al Hot Fudge Brownie. ¿Qué podríais decirnos de un brownie calentito con grandes cantidades de helado de vainilla de los que saben bien a vainilla, nueces, trozos de chocolate y nata de la rica? Pues si ya os lo ponen en un copón del que pueden comer fácilmente tres personas... En fin, nada más que añadir, su Señoría.
Para resumir, una vez más, Hard Rock Café no nos defraudó. Íbamos concienciados de que siempre que visitamos uno de los restaurantes de esta cadena no nos va a salir barato pero, al mismo tiempo, sabemos que no nos vamos a quedar con hambre y que saldremos bien contentos tanto por el servicio como por la calidad. Así que solamente podemos avisaros: prepara el estómago y la cartera, ¡y olvídate del trikini! ¡Un día es un día!
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA (3 PERSONAS):
1 HRC NACHOS CON GUACAMOLE: 15,05€
1 ORIGINAL LEGENDARY BURGER: 14,55€
1 HICKORY-SMOKED BAR-B-QUE DUO COMBO: 17,25€
1 HOT FUDGE BROWNIE: 8,45€
1 PEPSI LIGHT: 2,90€
3 PINTAS DE CERVEZA CRUZCAMPO: 13,20€
TOTAL: 71,40€
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