HAMBURGUESAS POR EL MUNDO: La Vaca Pasiega y su concepto hamburguesero confuso



Siempre dispuestos a probar hamburguesas, aprovechamos que subimos unos días a Santander para degustar nuestros queridos emparedados en tierras cántabras. Para ello y  haciendo caso a las recomendaciones de los lugareños, buscamos vía blog cuáles debían ser aquellas que merecían una visita.

Entre todas las propuestas y coordinando un poco turismo con gastronomía, decidimos darle una oportunidad a La Vaca Pasiega. Primero porque sobre la carta nos ofrecía combinaciones diferentes a otros restaurantes de la ciudad. Segundo porque recomendaban su carne.

Collage Carta Vaca PasiegaFuimos para cenar y el ambiente no podía estar más concurrido. La Vaca Pasiega no es un restaurante al uso, ya de primeras observamos que la forma de pedir la comanda se acercaba más al fast food, aunque digan que su filosofía es fast good, por ello de hacer el pedido en el mostrador.

Por tanto tuvimos que esperar fila hasta hacer nuestro pedido a la vez que no perdíamos de vista el comedor para coger sitio. Las opciones que dan son de menú cerrado con hamburguesa, patatas y bebida. Amén de muchos entrantes y otros tantos postres.

Collage Local Vaca PasiegaIndicamos si a la Barrio le podíamos quitar el pepinillo y la cebolla roja y añadir queso, pero nos comentaron que quitar ingredientes sí se podía pero añadir no, hasta ahí bueno, lo entendemos en cierta manera, pero lo que nos molestó es que no nos informaran de que podíamos pedir el menú de burger solo con queso. Por lo que al final elegimos esa hamburguesa con todos los ingredientes (bacon, pepinillo, cebolla roja, tomate y salsa barbacoa).

También pedimos La Puerto de Sejos, por ello de estar muy recomendada en el blog que usamos como guía y porque, además de Cheddar, rúcula y canónigos.

Hamburguesa Puerto de SejosUna vez hecha la comanda, tuvimos que esperar algo más de veinte minutos y es que el servicio estaba bajo mínimos y los pedidos salieron con mucho retraso. El hambre ya estaba haciendo mella cuando por fin dijeron nuestro número y recogimos los dos menús, con sus patatas congeladas muy sosas y el refresco en vaso de cartón.

Llegó el momento de probar la carne, esa que tantas expectativas nos habían creado. Y llegó la decepción más notable de toda la experiencia. Al hacerlas todas al punto y no preguntar al cliente, la carne se nos antojó seca y sin sabor. Tanto que nos costó terminarlas.

Ni los ingredientes, sobre todo esa salsa de piquillos con naranja que queríamos probar con ganas y que terminó con los pimientos llevándose todo el sabor, ni el Cheddar que era una loncha insípida sin fundir, ni el pan, que podría ser lo mejor del plato si estuviese tostado por tratarse de un bollo cercano a la chapata, hicieron que las burgers remontasen.

Nos lo habían advertido, quizá el local y el servicio es lo que menos gusta a la clientela, pero esperábamos más de la carne y sobre todo de esos ingredientes distintos a lo habitual.

Al final no deja de ser un concepto fast food con pretensiones gourmet, pero que a un precio tan bajo de 7,90 es imposible darle la calidad que se merece. Y es que nunca sabremos si obviando el menú Pasiego y optando por el Gourmet o el Sibarita a un precio más elevado, las calidades hubiesen aumentado.

PRECIO DEL MENÚ HAMBURGUESERO: 7.5 €

Puntuación: 
2
Dirección: 
Calle Sta. Lucía, 33
39003 Santander Cantabria
España

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