No os vamos a mentir, nuestros primeros contactos con Home Burger no fueron un flechazo, precisamente, fue a base de conocerlo, verlo crecer, hacer de su calidad un estandar y lo más importante, que sus precios se equilibrasen con la media de la ciudad, cuando realmente pudimos apreciar su buen hacer en conjunto. Ya os hemos hablado mucho del interior de sus locales, con detalles cuidados de cafetería norteamericana, casi un speakeasy donde tomar cocktails, todo muy cómodo y espaciado, complementado con un servicio amable y que hace que la primera impresión sea perfecta.
Con un menú estupendo que preside nuestras elecciones al entrar, nosotros nos decantamos por pedir de la carta, siempre completa y con alguna que otra novedad respecto a nuestra última visita. Como decimos, antes había mucha diferencia entre los precios del Home y el resto, pero poco a poco, la cosa se ido estabilizando y ahora no distan mucho de los de la media de la competencia. Sí que siguen un poquito altos, pero la calidad, la carne ecológica garantizada y la experiencia general bien lo valen.
Dicho esto, comenzamos la aventura con unos nachos (10.9 €), opción obligada, tras conocer más de un entrante de sus propuestas. Estamos ante una ración bien grande para compartir, hasta arriba de totopos (echamos de menos las tortillas fritas de verdad), mucho queso líquido, pollo cortado en dados, mayonesa con chipotle, pico de gallo, crema agria y guacamole. Todo bien compensado y sin quedarnos en ningún momento sin mandanga para poner sobre nuestro triangulito correspondiente. Bien rico todo, hicieron que no dejásemos de comer, aunque lo que nos venía era bien fuerte. Cuidado, que llenan bastante.
Empezamos a lo grande con la Hickory (13.95 €), un clásico básico en la carta de Home Burger, con 190 generosos gramos de carne ecológica, cebolla a la plancha, salsa BBQ, queso cheddar y dos tiras de bacon súper crujiente. La combinación perfecta para degustar una carne que nos sigue quedando sosa, pero que mantiene un ligero sabor y una jugosidad superior. Un buen bocado, compensado y con cada ingrediente en su punto, con un juego de textura crunchy que nos encanta.
Ahora vamos con el plato fuerte, toda una sorpresa, sencilla, pero ahí radica su belleza, hablamos de la Doble cheeseburger (15.9 €), dos carnes de 150 gramos cada una y queso, mucho queso, concretamente: doble de de cheddar y doble de raclette, además de pepinillos, cebolla morada y mahonesa oriental. Todo lo que os hemos dicho juega a una cosa: potenciar el saborazo de la carne, que aquí es espectacular, además de aportar una permanente cremosidad y añadir un gusto lácteo justo, pero exquisito.
Insistimos mucho en la carne, que mejora en cada visita que hacemos y en cada bocado que damos, teniendo más y más presencia, con su espléndido picado y el punto magistral que le dan en cocina. Sin duda, la mezcla de buenos ingredientes y buen hacer consiguen que una hamburguesa alcance cotas estratosféricas. Por otro lado tenemos el pan, de tipo brioche y tostado en salamandra, lo que le da cierto crujiente, pero sacrifica la ternura, llegando a estar un poco seco y desmoronándose ante nuestra presión y no la de los jugos.
Por supuesto, todas las burgers vienen acompañadas de patatas fritas, cortadas en bastones y caseras al 100%, en buena ración y al punto de sal. El acompañamiento perfecto, si podéis acabar con ellas, porque aquí la comida es más que contundente.
En definitiva, estamos ante una nueva visita a Home Burger y ante otro éxito. Y es qu estos sitios nunca defraudan y mantienen unas cotas de calidad permanentes que hacen que venir sea sinónimo de gozar. Buena carne, buen hacer en cocina y combinaciones magníficas. Sin duda, un sitio al que ir con amigos y quedar bien con tu recomendación.
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