Viendo cómo está el panorama hamburguesero en la capital, no sería de extrañar que nuestra amada carne emparedada se extendiese más allá de la gran ciudad, rumbo al extrarradio. Y aunque hemos encontrado alguna joyita, no descansamos en seguir descubriendo sitios a los que peregrinar en busca de un sabroso bocado. De esta forma llegamos a Móstoles, siguiendo la pista que nos dejó un lector en nuestra sección de comentarios, para conocer Honey Burger, un localito muy cuco, bien decorado y cómodo, ubicado en una zona residencial de reciente creación y que nos recibe con los brazos abiertos y una barra desde la que realizar nuestros pedidos.
En su carta, como bien dicen, todo el sabor americano en forma de hamburguesas, burritos, etc y con unos precios bajos y aceptables. Todo muy informal y con muy buena pinta, aunque algo nos dice que nuestra experiencia se acerca más a la que podemos tener en un local de fast food que en uno gourmet.
Y efectivamente, tras un pedido de espera realmente corto, recibimos nuestra cesta con la hamburguesa solicitada y una buena ración de patatas fritas, muy bien cortadas y cocinadas, que nos hacen pensar que son caseras, lo cual es de agradecer.
Hubo una opción de la que no pudimos escapar, la Honey, con un disco de carne muy finito, pulled pork y huevo frito. Sobre del papel, una locura que se queda en una combinación correcta, en la que los sabores están muy equilibrados, pero en la que echamos de menos un poquito más de carnaza.
Es, precisamente, esa carne la que hace bajar la sensación de placer al degustar una hamburguesa estupenda, ya que se queda demasiado compacta, con sabor, sí, pero sin demasiada presencia ante nuestras dentelladas, palideciendo por completo ante el resto de ingredientes que sí que están a la altura.
También quisimos probar un clásico, la bacon cheeseburger, que conserva los sabores y reminiscencias de las hamburguesas de nuestra infancia<(strong>, la original, dejándonos con un mejor sabor de boca, a pesar de contener los mismos defectos carnívoros.
Pero la gran sorpresa es el pan, de tipo brioche, ligeramente tostado en cocina y suave, a la par que esponjoso. Toda una delicia que es de agradecer.
En definitiva, si buscamos un fast food de calidad fuera de Madrid, sin duda, Honey Burger es nuestro sitio. No es un local especializado en hamburguesas enormes, con carnes de locura, pero aquí todo está en su sitio, sin estridencias, dando lo que promete: comida de calidad a buenos precios, sin complicaciones y sin dejarnos defraudados, que ya es bastante.
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