Ahora que llega el buen tiempo y el solecito, todos salimos a degustar viandas a una terraza donde estar a gusto y tranquilos, como la de Morao Tapas de Castellana, situada en el hueco donde antes se alojaban garitos de copazos de garrafón y músicas estridentes, en la base de Torre Europa. Pues bien, esta franquicia, establecida aquí hace unos cuantos años, ofrece un espacio relajado, en el que se puede comer cosas ricas en pequeñas dosis o en platos más grandes y en el que podríamos disfrutar un after work muy interesante.
En la carta, comida internacional para ser disfrutada en pequeño formato, como los moraos o tostas, ensaladillas, tacos y por supuesto, hamburguesas, disponibles en talla mini o pro, que quiere decir, habitual. Todo con precios atractivos, nada subidos para lo que recibimos.
Comenzamos con una ensaladilla rusa seca, baja de potencia, servida en un molcajete de plástico y adornada con unas guindillas no muy picantes. Un entrante o tapa de buena ración, ideal para compartir y aunque nos dejó alegres, le podríamos pedir un poquito más para quedarnos felices.
Con esto, pasamos a nuestras hamburguesas pro, concretamente con la I love Manhattan, compuesta por queso cheddar, bacon, cebolla y su salsa especial de pepinillo. Vamos, que es una bacon cheeseburger cláscia, revisitada por el estilo del chef ejecutivo de la marca y que ofrece el sabor primigenio de este emparedado que tanto nos gusta. Con una carne finita, que quizás es el punto más flojo de la combinación.
Por otro lado, tenemos la Va bene, de inspiración italiana, con queso gorgonzola, panceta italiana ahumada y nube de de parmesano, que invade cada bocado de un sabor profundo, dejando, de nuevo, a la carne, en un segundo o tercer plano. La potencia de los lácteos de esta hamburguesa es su punto más fuerte, pero también lo más flojo.
Como decimos, la carnaza, a pesar de estar muy bien cocinada, aunque algo pasada, no llega al nivel del resto de ingredientes que la acompañan y se queda algo sosa si la probamos de forma aislada. Además, al tener un grosor algo justo, es muy complicado cocinarla al punto que nos gustaría, aunque tampoco nos lo preguntaron.
El pan que abraza todo es correcto, sin grande sestridencias. Cumple, sin aportar más que la contención de las cantidades de jugos y salsas que brotan de su interior, a lo cual, como no podía ser de otra forma, ayuda su tostado interior.
Pero lo que nos dejó un poco fríos fueron las patatas fritas que acompañan a ambos platos. Caseras, pero bastante aceitosas, como si hubiesen estado esperando más tiempo del debido a ser servidas. A pesar de eso, las disfrutamos mientras las remojábamos en las salsas sobrantes.
En definitiva, este Morao nos gustó, no sólo por la terraza estupenda y su excelente servicio, sino por la comida que ofrecen. Sí que les pediríamos un poquito más, pero, en general, cumplen con las propuestas y lo más importante, sin que nos suponga un duro golpe al bolsillo.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 BOTELLAS DE AGUA: 3.6 €
1 ENSALADILLA RUSA: 5.5 €
1 HAMBURGUESA I LOVE MANHATTAN: 11.5 €
1 HAMBURGUESA VA BENE: 11.5 €
TOTAL: 32.1 €
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