En busca del súmmum de la excelencia hamburguesera se nos ha ocurrido adentrarnos en un nuevo mundo, uno algo pijotero y que hemos explorado en alguna ocasión, el del maridaje. Porque puede ser que estemos ante una hamburguesa de nivel pero que otros detalles nos la arruinen o, en sentido contrario, que la burger sea lo más batallero que te hayas echado a la cara pero que la compañía y el bebercio la sitúen en tu top personal.
Como lo primero no lo podemos explorar porque tú sabrás con qué individuo/a hamburgueseas, en HeM queremos centrar nuestra atención en un gran olvidado en este blog: el componente líquido que acompaña a cada velada. Así que hemos decidido hacer un experimento y ver si os gusta explorar esta nueva variante del hamburguesismo y descubrir con nosotros las mejores bebidas para disfrutar de las burgers que zampamos.
En este capítulo piloto nos hemos escudado en dos conocidos: los vinos de las Bodegas Olarra (que tuvimos la suerte de conocer en persona y de las que teníamos guardada una botellita para una ocasión especial) y las hamburguesas de Hamburguesa Nostra.
Os ponemos en situación: era una fría noche de invierno, las calorías ingeridas en los festines de Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y los de las cenas/comidas con amigos no habían apaciguado nuestras ganas. No nos lo pensamos y salimos al mercado en busca de carnaza. Además de una carnecita picada rica que nos serviría para otra cosa de la que pronto os hablaremos, nos hicimos con unas cuantas de las hamburguesas de temporada de Hamburguesa Nostra, las Happy Christimas.
Aunque ya tenían saborcito (foie, aceite de trufa y pistacho), nos dedicamos a darle a la imaginación y nos marcamos un par de tipos de hamburguesas a la altura de la velada: unas con parmesano y tomate seco al más puro estilo italiano; y las otras con aires mexicanos gracias a un rico guacamole casero, queso parmesano y tomate natural.
El sabor de trufa de la hamburguesa era claro pero el toquecito que tenía cada una casaba de maravilla con la carne y, a pesar del pan chustero de súpermercado (eso sí, tostado como manda el decálogo hamburguesero), las disfrutamos a más no poder.
Además, nos hicimos los cocinillas y nos dio por hacer nuestras propias patatas fritas caseras y un guacamole bien picantito. ¡Si queréis la receta no tenéis más que pedírnosla!
¿Qué pensáis que podría acompañar bien a estos manjares salidos de la cocina? Seguro que muchos sois de la opinión de que como una buena cerveza no hay nada pero para eso abrimos esta nueva sección, para explorar nuevas esferas. Y, como el frío mandaba, nosotros sacamos unas copas del mueble, descorchamos la botella y nos pusimos a paladear.
El elegido fue un vino del grupo Bodegas Olarra, en especial Casa del Valle, situada en Yepes (Toledo). El Hacienda Casa el Valle Syrah 2011 es un vino de buen precio con un color picota oscuro, bien madurado en barrica y con un sabor potente que funciona muy bien con la carne. Por lo que no nos equivocamos, este vino casó perfectamente con estas burgers de invierno que pedían a gritos algo calentito.
Estamos seguros de que no somos los únicos que nos cebamos en casa y que hay más de un hamburguesero adicto al homemade por aquí, por lo que agradeceríamos muchísimo vuestras sugerencias de cocinillas y de sumilleres. ¡Compartir es vivir!
Añadir nuevo comentario