RESTAURANTE MONCHOLI: El hogar de la cocina sin alma [CERRADO]



Nos encanta ver que se abren nuevos sitios en Madrid y más cuando se trata de propuestas interesante, con una cocina que cuida el producto y promete una experiencia de calidad. Pues bien, en nuestra visita a Moncholi pudimos comprobar que las palabras se las lleva el viento y que bajo una capa de bonita pintura y maderas acogedoras, se esconde, posiblemente, una de las cocinas con menos encanto que hayamos pisado en los últimos tiempos.

Pero vamos por el principio y poco a poco. Como os decimos, este local lleva entre nosotros unos meses escasos, por lo que todo se está acoplando. El concepto pretende ser el de una taberna a pie de calle tomarse una cerveza o un vino acompañado de tapas y raciones con productos que ellos denominan como ecológicos. También disponemos de un espacio con mesas altas por si no queremos estar a pie de calle.

Collage Local MoncholiComo podéis ir viendo, el trabajo de decoración es exquisito y todo está orientado a que nuestra experiencia sea lo más agradable posible. Para la planta de sótano nos tienen reservado un gran salón dividido en dos, al que precede una cava de vinos que brilla más por su presencia que por los caldos que hay en el interior. No obstante, se trata de un espacio más relajado, para comer o cenar en plan más formal.

Collage Local Moncholi 2En cuanto a la carta, tenéis también dos opciones, la de barra y la del propio restaurante (con menú diario incluido) y aunque nosotros nos vamos a centrar en ésta última, hay muchas propuestas interesantes en la primera. 

Hay opciones para todos los gustos, ya que, como hemos dicho, se trata de un local que quiere darle una vuelta a la cocina tradicional y de eminente caracter patrio, por lo que siempre habrá una elección adecuada, eso sí, vigilad mucho vuestras preferencias, porque, como nos pasó a nosotros, os puede salir el tiro por la culata.

Empezamos con una de las "especialidades" de la casa, a la par que propuesta bastante original: el Huevo Moncholi. Se trata de una cazuelita individual en la que encontraremos un fondo a base de puerros, limón y jamón ibérico en el que descansa un huevo ecológico.Huevos MoncholiComo punto de partida no suena mal, ¿verdad? Pues bien, si el propósito de este plato es sorprendernos con su sabor y lo divertido de ver un huevo escalfado rompiéndose sobre ese fondo, la realidad que tuvimos ante nosotros un huevo pasado, tirando a duro con una salsa muy rica, pero que no ayudaba a que la experiencia fura como prometen en la carta. No sabemos si es que en cocina estaban sin ganas o es que no había mucha ilusión ese día, pero la verdad es que éste fue el primer paso hacia la decepción.

Acto seguido pudimos lanzarnos a por el crujiente de oreja con salsa brava. Aquí tenemos un gran handicap, ya que somos muy fan de la oreja de nuestro querido Docamar, por lo que las expectativas con este plato siempre son muy altas. Pues bien, de nuevo nos topamos otra propuesta que busca originalidad, pero que se queda a medio camino, con una especie de torta crujiente de una oreja que no va más allá del crunchy crunchyya que ni con la salsa ni con el limón notamos su algo de ese sabor del que somos tan admiradores.

Crujiente de Oreja MoncholiLlegados a este punto, posiblemente penséis que no merece la pena ir a Moncholi. Quizás nosotros tuvimos mala suerte o a lo mejor todavía estaban ajustando cosas en la cocina, pero la verdad es que nuestros platos no llegaron ni al nivel que marcaban sobre el papel y desde aquí os lo contamos más con lástima que otra cosa, porque pensamos que tiene mucho potencial, tanto como espacio como por propuesta gastronómica.

Y después de este inciso, vamos a por la reina, en este caso de los despropósitos, la hamburguesa, que aquí han decidido denominar "Hamburguesísima". Sobre el papel nos venden una burger de vaca, con jamón ibérico y cebolla confitada, pero la realidad la tenéis justo aquí:

Hamburguesa MoncholiSeguramente podemos adivinar lo que estáis pensando: "vaya, yo he visto hamburgeusas batalleras así en bares de barrio". Y no os falta razón, pero intentaremos desgranar lo poco que veis, por si acaso. Lo primero, como siempre, la carne, que cumple con lo prometido y tiene un rico sabor. Eso sí, la vimos un poco sosa y sin gracia, más aún cuando está cocinada en plancha de gas, lo cual siempre es un punto a tener en cuenta a la hora de cuidar a tu creación. Hemos de decir que, a pesar de todo, el punto estaba muy conseguido y nos la trajeron muy poco hecha, como a nosotros nos gusta.

Detalle Corte Hamburguesa MoncholiPero ahora viene lo curioso. Nuestra hamburguesa viene montada sobre tomate y lechuga, pero es que encima de la carne iba la cebolla confitada que nos prometieron en carta y más tomate, esta vez seco, con todo lo que ello conlleva. Sin duda ya sólo el montaje de esta burger es el súmmum del despropósito. Pues bien, a la suma de tomate con MÁS tomate, se une que no hay un ingrediente que brille, ni siquiera la carne, consiguiendo que estemos ante un plato insípido y sin ninguna gracia.

Lo más destacado aquí es el pan, para bien o para mal. Un mollete fresco y aguanta a la perfección en todo momento. Por contra, es demasiado grande para todo lo que lleva entre medias y eso provoca que acabe sobrando más de lo que nos gustaría. Se habría salvado de ir un poco tostado, pero nada, ni por esas acertamos ese día.

¡Y menos mal! Tuvimos nuestra ración de patatas como acompañamiento, lo cual nos hace sonreír al recordarlo, ya que se trata de lo mejor del plato (y con diferencia). Tiene una buena proporción con el resto del plato, bien presentadas y con su punto de sal. Caseras, como debe ser y creemos que podrían ser el remate perfecto a un plato que se queda en decepcionante, sobre todo para su precio.

En definitiva, es una pena que la apuesta de Moncholi se vaya más a la decoración que a la cocina, mostrando un desequilibrio enorme entre ambas partes. Como decimos, escribimos con lástima porque es un proyecto muy interesante que se queda en agua de borrajas por la desidia que se transmite desde la cocina en cada plato. Y si a todo esto le añadimos que los precios no son lo que se dice bajos, puede provocar la ira de más de un cliente si la experiencia se acerca a lo que nosotros vivimos.

PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA

2 DOBLES DE CERVEZA: 6 €

1 HUEVO MONCHOLI: 3 €

1 CRUJIENTE DE OREJA: 10 €

2 HAMBURGUESAS MONCHOLI: 22 €

TOTAL: 41 €

Puntuación: 
2.5

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