Parece que la explosión de las hamburguesas gourmet no es la única que estamos viviendo en Madrid y le tenemos que sumar la de los negocios regentados por venezolanos. Y es que ya os hemos hablado de varios sitios que han abierto hace relativamente poco que tienen estos dos denominadores en común y hoy, por si fuera poco, volvemos a la carga con Gramabar, un bar de cocktails y comida de ese bello país, que también nos ofrece unas burgers de escándalo. Lo mejor es su ubicación, sin duda alguna, aunque también es su punto débil, ya que se encuentra en la Calle Preciados, pero rodeado de restaurantes y con varios que son competencia directa, como Bentley's o TGB (aunque éste último no se acerca ni un poquito en calidad).
Como veis, podemos disfrutar de una terraza bien maja que, aunque hemos visto en sitios de reseñas que no la ponen muy bien, la verdad es que nuestra experiencia fue muy buena. Muy cómoda y agradable, con mucho espacio y con unos toldos que te aislan de los vecinos. Aún así, el interior nos encantó, ya que se trata de un salón rectangular, más pequeño, aunque muy bien decorado, con muchos detalles y una barra en la que podremos ver cómo nos hacen los cocktails de los que os hablaremos en un momento.
En cuanto a la carta, tenemos dos versiones, la de bebidas y la de comida. En la primera, como os hemos adelantado hace unas pocas líneas, destacan los cócteles de manera muy poderosa, pero sin desmerecer a los combinados y cervezas, por supuesto. Mientras que la carta de sólidos se nos presenta bastante completa, con platos tradicionales como las arepas y bocadillos y hamburguesas, de las cuales, hemos de confesar que nos costó muy mucho elegir una. En cuanto a los precios, sin ser baratos, son bastante competitivos, más aún tratándose de una ubicación tan exigente. Tomar una burger regada con una cerveza no se sube más de 15 €, lo cual nos parece más que justo, sobre todo por la calidad.
Y como no podía ser menos, para maridar las viandas como se merece, nos lanzamos a por un Sexy Madrid, que fue lo que nos recomendó el Staff. Un Combinado a base de fresa, sandía y demás productos alcohólicos que no conviene recordar. El caso es que nos encantó, sobre todo porque se tiene la sensación de estar tomando fruta de verdad, con su pulpa y todo. Sin duda, la combinación perfecta con la comida.
Y hablando de comida, no podíamos empezar por otra cosa que no sean los nachos mexicanos. Con mucho queso muy bien fundido, guacamole delicioso con un fuerte toque ácido de lima y un poquito de cilantro, que conjuga muy bien con la salsa agria. Además, el punto del mole de frijoles aporta esa calidad que culmina con unos totopos que son difíciles de encontrar. No son las típicas tortillas a las que estamos acostumbrados y se acercan mucho a lo que podemos ver cuando vamos a Mexico. Eso sí, el pico de gallo es más tomate picado que otra cosa, pero no pasa nada, va bien cargado de lo demás y no echamos de menos este detalle.
Definitivamente, un entrante perfecto, con mucho sabor y que, en su versión de media ración, es más que adecuado para seguir probando más cosas de la carta.
Como estábamos en un local con gran carga venezolana, no pudimos resistir la tentación de probar unas arepas, ya que es el gran atractivo de su carta, con permiso de las hamburguesas. Concretamente tienen dos clases, las normales y las premium, las cuales suben tanto en calidad como en precio (aunque no mucho). Nuestra elección fue la denominada Pabellón, consistente en frijoles, carne mechada, queso blanco y plátano macho.
Esta especie de burger venezolana estaba realmente sabrosa y aunque no sea igual de consistente que su "prima" del norte, sí que es un buen bocado para todos esos hamburgueseros que quieran probar cosas nuevas. La carne está deliciosa y funciona muy bien con el plátano macho, que le aporta el toque dulce necesario. Los frijoles y el queso casi juegan un papel más testimonial, cediendo todo el protagonismo a esos hilos carnosos.
Y ahora sí, vamos a por nuestra queridísima hamburguesa. Concretamente, nos fuimos a por la Grama Burger BBQ, que no es otra cosa que pulled pork con guacamole, pico de gallo y queso Cheddar.
Como buenos locos fans del pulled pork, no podíamos pedir otra cosa. Y hemos de decir que está realmente bueno, muy jugoso y en una ración abundante. Pero la sorpresa, una vez más, viene con el guacamole, con ese sabor ácido que juega muy, muy bien con la carne de cerdo y ese pico de gallo que, como en los nachos, es más tomate picado, refresca mucho el conjunto. Lo malo es el queso, que aunque está muy bien fundido, ante tanto despliegue de sabores, se queda en segundo o tercer plano.
Quizás el punto más controvertido de la burger sea el pan, de tipo brioche, muy fresco, aunque no viene tostado y quizás algo más dulce de lo que nos gusta habitualmente. Eso sí, es muy esponjoso y aguanta las embestidas de nuestra mandíbula con orgullo.
Como no podía el detalle que nunca puede faltar acompañado a una hamburguesa gourmet que se precie es unas patatas fritas a la altura y aquí lo consiguen. Una ración justa y adecuada de gajos rústicos, muy bien fritas y esponjosas. Quizás, por sacarles alguna pega, se nos presentan con demasiada sal, lo cual creemos que, si se corrige, hará que la gente las pida para acompañar sus bebidas de forma aislada, porque están realmente buenas.
En definitiva y a falta de probar alguno de sus postres, este pizpireto local con algo más de un año de vida que es Gramabar se posiciona como un claro punto de interés para comer cosas muy interesantes y ricas a muy buen precio si nos entra el hambre en el centro y queremos huir del típico bar de toda la vida o del garito montado para aprovecharse de los guiris. Muy buena decoración y ambiente, bebidas apetecibles y una unión de cocina venzolana con platos actuales y divertidos con buenos productos y bien llevados a acabo son sus armas y su carta de presentación. Si a todo esto le sumamos un servicio eficaz y simpático, sólo nos queda preguntar ¿cuándo volvemos?
Por cierto, nos comentaron que los miércoles por la tarde, al pedir una bebida, tendremos acceso a una mini barra con productos típicos de la tierra. Una especie de aperitivo italiano, pero al estilo venezolano.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA:
2 SEXY MADRID: 15 €
1/2 RACIÓN DE NACHOS: 7 €
1 AREPAS PABELLÓN: 6 €
1 GRMA BURGER BBQ: 11 €
TOTAL: 39 €
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