Una merendola en casa, entre amigos, es la excusa perfecta para prepararse unas burgers. Porque no hay nada mejor que hacer un plan tranquilo pero pecando con nuestra comida favorita. Si a eso le añadimos que queríamos estrenar nuestra nueva batidora americana y en (casi) verano, un batido casero con un buen helado es de lo más refrescante, nos encontramos con la merienda ideal y la satisfacción de haberlo cocinado en casa.
Para esta ocasión teníamos en mente darle a todo el conjunto un toque picante a lo japonés, con lo que condimentamos bien nuestra hamburguesa con wasabi y jengibre, pero con un plus adicional y es que mezclamos la carne de ternera con setas shitake. El resultado, una burger muy potente de sabor, que se acompañaba a la perfección con unas chips caseras regadas con una mayonesa ecológica también al gusto de wasabi.
Como punto, lácteo un estupendo queso havarti y para seguir dotándola de personalidad, rodajas de cebolla caramelizada en su propio jugo gracias al aceite de unos pimientos confitados de piquillo. Puesto que ya os hemos adelantado los ingredientes principales, ¿qué tal si os enumeramos la lista completa de la compra?
Ingredientes para cuatro burgers:
500 gramos de carne de ternera picada
1 cebolla roja
4 pimientos de piquillo confitados en aceite
4 lonchas de queso havarti
8 setas shitake
3 cucharaditas de wasabi
1 cucharadita de jengibre rallado
1 cucharadita de cilantro picado
5 patatas medianas
5 cucharadas soperas de mayonesa ecológica
4 panes de hamburguesa
sal, pimienta, aceite
Para el batido:
Helado de vainilla al bourbon
Leche entera fresca
Lo primero que hacemos es pelar las patatas y cortarlas en rodajas para hacer unas chips caseras. Las dejamos en agua para que así suelten el almidón y queden sueltas al freírlas. Por otro lado cortamos 4 setas shitake en trocitos pequeños y mezclamos con la carne, que a su vez añadimos una cucharadita de wasabi, otra de jengibre, el cilantro picado, la sal y la pimienta molida. Opcional si queremos es echarle un chorrito de salsa de soja, pero cuidado entonces con el punto de sal.
Tenemos unos pimientos de piquillo confitados en aceite, los cuales reservamos y utilizamos ese aceite para pochar la cebolla roja cortada en láminas. Se irá caramelizando poco a poco en ese jugo y cogerá todo el sabor del pimiento rojo. Momento en el cual empezamos a freír las chips.
Llega la hora de poner en una plancha las otras cuatro setas y los pimientos de piquillo, que vayan haciéndose poco a poco hasta que incorporamos la carne en forma de hamburguesa. Según el gusto, podemos tenerlas de dos a tres minutos por cada lado, para que queden jugosas y poco hechas en su interior. Retiramos las setas y pimientos y aprovechamos el espacio para tostar el pan.
Para la mayonesa de wasabi elegimos una ecológica, a la cual incorporamos dos cucharaditas de este condimento japonés que tanto nos gusta. Reservamos. Montamos ahora la hamburguesa poniendo en la base un pimiento de piquillo, la carne, la cebolla, el queso y una seta (mejor si reservamos las más grandes para el montaje de la burger).
El batido lo habremos hecho con antelación y reservado en la nevera, añadiendo tanto helado como queramos dependiendo de la espesura que nos guste. Elegimos una leche entera fresca para aportar más cremosidad. El resultado podemos decir que era una auténtica delicia.
A las burgers quisimos también salsearlas con la mayonesa de wasabi. La combinación de todos los sabores resultó deliciosa, no tapándose unos a otros, se podía percibir el toque japonés en la carne sin que resultase demasiado predominante. A su vez la cebolla y el pimiento le aportaban un poco de dulzor. Pero sobre todo, lo que más presencia tenía eran esas setas, de sabor intenso que sin embargo jugaban muy bien su papel con el resto de ingredientes.
Una merienda de diez que os animamos a preparar, incluso ahora que comienza la temporada de barbacoas en la piscina. Hamburguesas con un toque japo, batido de vainilla fresquito y chips caseras con una salsa para mojar y no dejar nada en el plato. ¡A disfrutar!
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