Que los chicos de Pecado Carnal no paran es una verdad como un templo, por eso no nos extrañamos cuando nos invitaron a conocer su nuevo local en Majadahonda. Es su primer restaurante fuera de Madrid y han hecho la apuesta en esta ciudad a un paso de la capital, así que no podíamos dejar de comprobar que todo sigue igual de bien fuera de sus confines habituales.
Como era de esperar (fuimos al día siguiente a su inauguración), al sitio le quedan muchos toques por dar pero lo que más nos enamoró es que, gracias a su localización en una placita, van a tener una hermosísima terraza que va a hacer las delicias de muchos ahora que la primavera está a la vuelta de la esquina.
En Pecado Carnal siempre nos han tratado de maravilla y ya os lo hemos contado en más de una ocasión, pero esta vez nos quisieron sorprender aún más ofreciéndonos algunas novedades como unas Empanadillas de carne de Kobe, que estaban estudiando poner en la carta y que nos enamoraron a todos los gastroliantes. Desde aquí, les pedimos que las pongan cuanto antes, no sólo porque la carne estaba espectacular, es que la masa de las empanadillas estaba en su punto, crujientes y sabrosas a la misma vez.
En esta ocasión también probamos un plato que aún no habíamos tomado, los Tori Karaage, una clara fusión de la cocina japonesa y la americana porque se trata de unos nuggets de pollo tradicionales cocinados según una técnica culinaria japonesa en la que terminan cocinándose al vapor. La verdad es que nos encantaron y la salsa agridulce de ciruelas les quedaban que ni pintados.
Después pasamos a lo grande y, como grandes fanáticos de las hamburguesas, intentamos probar el máximo posible de ellas e hicimos una buena cata. Así que esta vez nos decidimos por la Truffled Cheese Kobe, la Portobello Kobe, la Wasabi Kobe y una hamburguesa "experimental" (aún sin nombre) que, además de la deliciosa carne de Kobe, llevaba guacamole y pico de gallo. Ya os lo hemos dicho más de una vez, nosotros somos fans del guacamole en las hamburguesas, así que no dudamos ni un sólo momento cuando nos dijeron que estaban pensando en incluir en la carta estos nuevos ingredientes.
No os vamos a volver a hablar de lo buenísima que nos parece que está la carne de Wagyu certificada que se ofrece en todos los locales de esta cadena madrileña, pero nuevamente os contamos que nos la volvieron a ofrecer perfectamente cocinada en todas las hamburguesas, por lo que nos resultó tan sabrosa como siempre.Aunque el tamaño de la hamburguesa sigue siendo de 150 gramos (pudiéndose ampliar hasta 300 gramos por 6,90€, precio que nos parece un tanto exorbitante...), la verdad es que la conjunción con las ricas patatas gajo y los entrantes que habíamos tomado, quedamos más que llenos para ser la hora de la cena.
Después pasamos a lo grande y, como grandes fanáticos de las hamburguesas, intentamos probar el máximo posible de ellas e hicimos una buena cata. Así que esta vez nos decidimos por la Truffled Cheese Kobe, la Portobello Kobe, la Wasabi Kobe y una hamburguesa "experimental" (aún sin nombre) que, además de la deliciosa carne de Kobe, llevaba guacamole y pico de gallo. Ya os lo hemos dicho más de una vez, nosotros somos fans del guacamole en las hamburguesas, así que no dudamos ni un sólo momento cuando nos dijeron que estaban pensando en incluir en la carta estos nuevos ingredientes.
No os vamos a volver a hablar de lo buenísima que nos parece que está la carne de Wagyu certificada que se ofrece en todos los locales de esta cadena madrileña, pero nuevamente os contamos que nos la volvieron a ofrecer perfectamente cocinada en todas las hamburguesas, por lo que nos resultó tan sabrosa como siempre.Aunque el tamaño de la hamburguesa sigue siendo de 150 gramos (pudiéndose ampliar hasta 300 gramos por 6,90€, precio que nos parece un tanto exorbitante...), la verdad es que la conjunción con las ricas patatas gajo y los entrantes que habíamos tomado, quedamos más que llenos para ser la hora de la cena.
El panecillo, que estaba maravillosamente tostado, aguantó como un campeón todo lo que la hamburguesa llevaba sin matar ni un ápice del sabor. Aunque no es un pan que sorprenda por su originalidad, nos parece que cumple perfectamente su función en estas hamburguesas, que no se caracterizan por estar sobrecargadas de ingredientes. Y es que, creemos que uno de los puntos fuertes de las burgers de Pecado Carnal es su sencillez, ya que la carne no suele estar acompañada de más de dos ingredientes, que suelen ser de muy buena calidad, dejando al paladar notar el sabor de la carne.
De los cuatro hamburgueseros que éramos no salió ninguna burger ganadora. Y, aunque la hamburguesa con guacamole nos gustó mucho a todos, las opiniones estaban divididas entre la Truffled Cheese - con queso trufado con trufa negra y boletus y, por tanto, un fuerte sabor a trufa - y la Wasabi Kobe - con mayonesa japonesa y wasabi servido a un lado para los menos amantes del picante.
Por si no era bastante, Cristina (la simpatiquísima encargada) nos hizo pecar con dos de sus postres: el Brownie con helado de vainilla bourbon de Madagascar y dos raciones de la New York Cheesecake. Nos contaron que se tratan de postres 100% caseros y después de volver a probarlos, os confirmamos que es así porque estaban espectaculares. El brownie se sirve en una ración más que generosa pero aún así es uno de los mejores que hemos probado, está esponjoso y al mismo tiempo muy jugoso, vamos, ¡de escándalo!
En definitiva, el nuevo Pecado Carnal de Majadahonda, a falta de una decoración adecuada, sigue ofreciendo tanto unas hamburguesas de una calidad suprema como unos platos y postres tan estupendos como siempre. Sin embargo, creemos que los precios son demasiado elevados con respecto a otras hamburgueserías que han ido surgiendo y que nos ofrecen productos de calidad similar, por lo que más les vale vigilar un poco...
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