Siempre nos gusta conocer sitios nuevos, aunque no muy recientes, para que se puedan asentar en esto de emparedar carnazas. Así que, tras un tiempo viendo las redes de Smash and Roll, nos animamos a subirnos al Tesla Burger para acercarnos a la Ciudad de la imagen y probar esas creaciones recién salidas de sus planchas.
Nada más entrar, comprobamos que TODO está reciclado de la marca que ocupaba antes el local: TGB. Desde los neones, las mesas, las pantallas en incluso las bandejas donde se sirven las hamburguesas, absolutamente todo lo que nos rodea es reutilizado. Salvo un par de pinturas con la marca de la nueva gerencia.
Pero pasado este impacto, confiamos en que la carta nos va a seducir y en cierto modo, así lo hace. Con buenos precios, opción de menú, que incluye guarnición, bebida y postre y combinaciones sencillas, un hilo de fe recorrió nuestro cuerpecito hamburguesero.
Vayamos a la primera opción que nos llamó la atención: la doble bacon BBQ, con aros de cebolla finitos y crujientes, dos patties pasados por la plancha, bacon y salsa BBQ. Bien regado todo por una salsa barbacoa suave y nada dulce. Tenemos un conjunto que, sobre el papel, puede ser una barbaridad, pero que falla, una vez más, en la carne, ya que se presenta súper pasada, aglomerada y apelmazada, como si llegase en paquetes y aquí sólo se preocupasen en cocinarla. Esto contrasta con los vídeos que muestran en sus redes sociales, donde vemos una bolita aplastada y caramenlizada. Algo que, en la práctica, echamos de menos absolutamente.
Por supuesto, este concepto no se acerca al de una smash burger y no pasaría nada, ya que las hay muy ricas y no usan esta técnica. Pero usar este reclamo y ofrecer esto, es un poco decepcionante. Y encima, con una carne pasada, tanto en su conservación, como en su cocinado, haciendo que la mordida llegue a ser hasta incómoda.
Por otro lado, una básica, la single cheeseburger, con el mismo serio problema, pero con los sabores como máxima para disimular el desastre. Tenemos aquí pepinillos y cebolla que prestan su presencia y que encajan bien, pero es que esa carne es todo un delito.
Para abrazar todo el conjunto tenemos un pan de tipo brioche, muy bien tostado en máquina y sin mucho dulzor. Acompaña, pero no emociona, que ya es bastante, visto lo visto.
Las hamburguesas dobles incluyen guarnición, al contrario que las sencillas, pero el menú sí que lo hace, así que nos animamos con las dos opciones que proponen. Por un lado, las patatas fritas, congeladas. Cortadas en bastones y que no aportan mucho más que un relleno para la foto. Y también cayeron los aros de cebolla, finos, no muy grasosos y efectivos.
En definitiva, Smash and Roll parece un intento de rebañar la fama de esta moda que es la smash burger, pero que se queda en un aprovechamiento de instalaciones y un uso de ingredientes algo deficientes. Una lástima, porque este reciclaje podría funcionar con una buena técnica en cocina y unos elementos de los que sentirse orgullosos.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 MENÚ SINGLE BURGER: 11 €
1 REFRESCO (INCL. REFILL): 2.9 €
1 DOBLE BACON BBQ: 10.5 €
TOTAL: 24.4 €
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