En un mundo demasiado saturado de hamburguesas (no nos veréis quejándonos de eso), las smash burgers se llevan la palma, haciendo muy difícil diferenciarse del resto, por eso nos encanta cuando locales como Yes! Hamburgers decide complementar la experiencia con un local a la altura. Y es que no paramos de decir que la smash es un plato callejero, informal, sin postureos, que nace en puestecillos de esquina y food trucks en las ciudades norteamericanas y cafeterías y es así cómo lo vivimos en Yes.
Entramos en una cafetería (mal llamado diner) que emula a esos garitos yankees que vemos en las películas, con mesas amplias y un espacio chiquitito, pero resultón. En la carta, como no podía ser de otra manera, unas pocas opciones de burgers, donde destaca la de pastrami, de la que hablaremos más abajo y un par de acompañamientos, ya que se sirven solas. Poco más. Todo es sencillo y directo. Eso sí, los precios pueden resultar un poco más altos de lo que nos gustaría, sobre todo tratándose de un concepto tan sencillo.
Como amantes de la simplicidad, comenzamos con la bacon cheeseburger, visualmente impactante. Los ojos se nos van a ese pan Martin's tostado por dentro y por fuera, dejando un hoyuelo característico en el gorro de la burger, para descubir un bacon muy hecho y súper crujiente, un queso estupendamente fundido y una carne con una muy buena costra. Ideal para darle el primer bocado.
La cebollita aporta frescura a un conjunto equilibrado, rico y correcto. La verdad es que no hay ningún punto negativo en esta burger, aunque tampoco tiene ese punch que ya van necesitando estas especialidades. Nada destaca, ni por lo bueno, ni por lo malo.
En cuanto al punto de cocción, tenemos un Maillard muy bien conseguido, con su costra crunchy, aunque tampoco logrado al 100%, según los amantes de lo canónico. Insistimos, correcto, pero sin pasadas.
Por otro lado, nos zampamos la burger de pastrami o cómo comerse una hamburguesa pensando que es un perrito caliente. Y es que esta mezla de sabores cae rendida ante los vinagres del chucrut, riquísimo y la carne asada, dejando el patty en un tercer plano. Se deja comer muy bien, si te dejas llevar por este tipo de gusto, pero claro, ¿dónde queda el concepto de burger? Sorprendente, pero tramposa. Incluso la combinación de quesos queda reducida a meramente testimonial a causa de los sabores tan potentes.
Como os hemos dicho, no hay acompañamientos incluidos, así que nos lanzamos a por una ración, escasa, de patatas fritas caseras, que a duras penas da para compartir, a pesar de su precio. Muy bien fritas y crujientes. Cumplen con creces su cometido.
En definitiva, aunque Yes! Hamburgers cumple con el sentido de la vista, es el gusto el que se queda a medio gas, buscando un poco más de rock and roll en todo lo probado. Además, el rango de precios es muy algo alto, haciendo que tengamos la sensación de estar pagando por el ambiente, en vez de por las hamburguesas. Todo está correcto, pero nada más y eso en un mundo tan saturado de smash burgers puede ser muy peligroso.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 REFRESCOS: 5.9 €
1 BACON CHEESEBURGER: 12.5 €
1 PASTRAMI BURGER: 13.5 €
1 PATATAS FRITAS: 3.5 €
TOTAL: 35.4 €
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