BAR LAMBUZO: La hamburguesa gaditana de rabo de toro [CERRADO]

No es que nos guste contaros nuestra vida pero dar con la hamburguesa de la que vamos a hablar hoy fue resultado de una "ardua" tarea de investigación. Era el cumpleaños del hamburguesero mayor y teníamos ganas de salir a cenar: 1) sin dejarnos el sueldo; 2) sin ir a una hamburguesería propiamente dicha; y 3) sin repetir restaurante.

Son varios los locales de nuestra ciudad que cumplen con todas las condiciones pero pocos los que incluyen toques andaluces en la fórmula y, como teníamos ganas de jaleo, reservamos en Bar Lambuzo, un bar de tapas que lleva dando guerra en la zona de Callao-Ópera desde principios de 2013 y que ya se ha expandido hasta la, cada vez más movida, calle Ponzano.

Lambuzo es un restaurante/bar de tapas y una abacería, es decir, una pequeña tienda en la que se venden al por menor cositas como aceite o legumbres. A nosotros nos pareció un sitio perfecto para el arte del tapeo tanto sentados como de pie, ya que la entrada tiene algunas mesas altas en las que hacer una comida más rápida (o no). El local de la Calle de las Conchas, el que visitamos, cuenta con tres pequeños espacios de mesas de madera pequeñas y bajitas con taburetes, sin una decoración excesiva pero con algunos detalles que nos gustaron y que nos recordaron a las tabernas cordobesas que tanto adoramos.

Pero en este caso lo importante no fue ni la decoración del restaurante ni las hamburguesas, sino que de lo que nos llevamos un mejor recuerdo es del trato que recibimos. Somos incapaces de acordarnos del nombre del muchacho que nos atendió pero el servicio fue más allá de lo correcto y nos dejamos aconsejar y mimar por él y el resto de la plantilla de ese día. Sin duda, les damos un diez a la eficacia, la simpatía y el buen hacer de los chicos de Lambuzo.

La verdad es que ese día no íbamos con mucha hambre pero, aún así, queríamos pedir todo lo que había en la carta. Es una pena que esto fuese solo una cena de dos porque estamos seguros de que hubiéramos disfrutado mucho más "gastronómicamente hablando" si hubiéramos sido varios. El menú de Bar Lambuzo es de esos propicios para el tapeo con los amigos y, a pesar de que pueden pedirse medias raciones, si vais en pareja al final no acabaréis probando más de 3 o 4 cosas por muy lambuzo (dícese de la persona que le gusta probar de todo lo que le pongan por delante) que seáis.

Resaltan en la carta las croquetas, el pescaíto frito y la selección de chacinas y quesos de Cádiz, que tienen que ser para quitar el sentío. Los precios no los vemos demasiado exagerados y las medias raciones tienen un tamaño medio que no desentona con lo que solemos ver en Madrid. Eso sí, comer algo es más caro que en Andalucía, así que no te va a quedar más remedio que ir hasta allí si quieres pagar un poco menos (que no es mal plan, ¿eh?).

¡Vamos al ataque! Para comenzar, nos decantamos por unas croquetas y, como no nos decidíamos, al final pedimos una tapa de tres a la que añadimos una más para hacer la cosa par. Aquellos fans de la tortillita de camarones fliparán con su croqueta homónima porque literalmente y visualmente son camarones por doquier pero nosotros nos quedamos por goleada con la de gambas al ajillo por su sabor y cremosidad. Si hubiese un top croquetero esta estaría en los primeros puestos.

También probamos las croquetas de salchichón ibérico con ajetes que estaban ricas y, como dirían en mi tierra, bien despachás de salchichón.

Nuestra siguiente víctima fue una media ración de adobo gaditano, de la sección de pescaíto frito. Servido en cartuchito y con algo de mayonesa, el adobo está frito en aceite de oliva y se nota al comerlo. Nos gustó pero nos pareció que algunos trozos estaban algo secos, cuando estamos acostumbrados a que el cazón esté algo más jugoso.

Y, por fin, llegó el turno de la hamburguesa. En Bar Lambuzo cuentan con dos hamburguesitas en carta: la de rabo de toro y la de cabracho y langostinos. Nosotros nos decantamos por la primera de ellas, como buenos amantes de esta carne que somos.

Pues bien, esta pequeña hamburguesa de rabo de toro está hecha con la propia carne de rabo de toro guisada, compactada a mano y acompañada de su propia salsita y de queso havarti fundido. Suena bien, ¿no? 

Ya conocemos en Madrid algunos sitios en los que zampar hamburguesas de este tipo, como las de la Trastienda Tapas en el Mercado de San Antón, pero nos quedamos con las de Bar Lambuzo a pesar de ser algo más sencillas que lo que ya hemos visto. Nos parecieron jugosas y ricas aunque algo pequeñas, quizás 5€ es demasié si no nos paramos a pensar en la calidad, que aquí sí la hay y los pagamos a gusto.

Para acabar, nuevamente, nos dejamos aconsejar y acabamos pidiendo la especialidad de la casa: la tarta de queso. ¡Y qué acierto! Esta puede que sea una de las mejores tartas de queso que hayamos probado en Madrid. Sin grandes pretensiones, la cheescake a lo español estaba cremosísima y no le hacía falta ni mermelada ni compota ni nada por encima. Simplemente espectacular.

Por último, cortesía de la casa, nos invitaron a un vinito de Villanueva del Ariscal que nos supo a gloria, el Orange de Duque de Carmona nos sirvió para brindar por unos recién cumplidos XX años :)

Lo pasamos muy bien en Bar Lambuzo, estuvimos a gusto y cenamos de maravilla. El trato cercano (quizás tenga algo que ver que seamos paisanos...), esas croquetas, la tarta de queso y una hamburguesa curiosona nos convencieron para acercarnos de nuevo algún día con algunos amigos y probar otras platos y esa otra hamburguesa que nos dejamos en el tintero.

¿Conocéis Bar Lambuzo? ¿Os ha gustado?

PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA:

4 CAÑAS DE CRUZCAMPO: 6€

4 CROQUETAS: 4€

1 MEDIA RACIÓN DE ADOBO GADITANO: 7€

1 HAMBURGUESITA DE RABO DE TORO: 5€

1 TARTA DE QUESO: 4€

TOTAL: 26€