[ADVERTENCIA] Este artículo forma parte de una broma por el día de los inocentes del 2015. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Seguiremos fieles a nuestro espíritu, hablando con sinceridad e imparcialidad. ¡No os asustéis!
A pesar de habernos negado a nombrar a estos dos locales hamburgueseros de referencia mundial, hace poco decidimos darnos una vuelta por ambos para comprobar sus calidades, su saber hacer y lo cuidado de sus locales. Además, nos dimos cuenta de que, a cada bocado, un pedacito de nuestra infancia salía a la luz. Y es que, si por algo destacan tanto Burger King como Mc Donald's es haber marcado a generaciones enteras, las cuales, no sólo celebraban cumpleaños masivos en el cole, sino que eran lugar de peregrinación adolescente tras una sesión de cine o el sitio perfecto para llevarte a tu cita y robarle algún beso, amparados e nla multitud, la grasa y las patatas fritas.
Pero antes de llorar de nostalgia, vamos a empezar con el análisis de Burger King, concretamente del ubicado en la Plaza de Quintana y que tan buenísimos recuerdos nos trae, a pesar de haber cambiado mucho y distar mucho de ese restaurante de fast food con el que soñábamos de pequeños. Ahora cuenta con una decoración sobria y elegante, que invita a quedarse indefinidamente, limpio y muy, muy cómodo.
Como veis, todo aquí es un homenaje a nuestra querida hamburguesa y las fotos con ofertas se funden en perfecta harmonía con las de carnes y parrillas espectaculares. Podremos encontrar una barra al fondo donde realizar nuestro pedido, el cual tenemos que admitir que nunca nos había llegado tan rápido y con nuestra bandeja, nos fuimos a la mesa, listos para deleitarrnos. Para esta ocasión elegimos uno de los buques insignia de la marca, su aclamado Big King, con dos trozos de carne, queso, verduras y su salsa secreta, a lo que añadimos, en su opción de menú (4.99 €), patatas fritas y refresco. Atención, bebedores, ya que en Burger King tienen opción de refill, por lo que nunca faltará bebida en vuestra mesa.
Esta maravilla, con dos filetes de carne, forma un conjunto único. Su protagonista no falla, con un sabor a parrilla inconfundible, nos recuerda a los sliders más típicos americanos, en su justo tamaño, bien condimentados y muy, muy jugosa. Además, el queso, que aunque no venía del todo fundido, juega muy a favor y las verduras, realmente frescas, ayudan a que cada bocado sea un gustazo.
Aunque no nos preguntaron por el punto de la carne, se nota que en Burger King saben lo que hacen, ya que venía cocinada de forma magistral, conservando todo su sabor y demostrando que mantienen el punto de calidad del que tanto presumen en su publicidad.
Y cómo no, el pan no podía más que demostrar el mimo con el que tratan aquí sus productos. De tipo americano clásico, está fresco y aguanta a la perfección sin desmoronarse, a pesar de los mordiscos salvajes a los que sometimos la burger. Además, se nos presenta bien tostado, con mantequilla en su justa medida. Toda una delicia.
Aunque tenéis la opción de pedir la hamburguesa sola, en Burger King encontramos diversas opciones de menú, realmente asequible, con los que la podréis acompañar de patatas fritas y oiga, ¡qué patatas! blancas, muy crujientes y esponjosas. Quizás el punto negativo sean las raciones, ya que en nuestra mediana elección, se nos quedaron un poco cortas, pero eso es porque estaban tan buenas que habríamos comido kilos.
Pero si hay una burger que nos encanta, esa es la Big Mac de McDonald. En su apuesta por renovar la estética de sus establecimientos, así como dar una imagen más saludable a través de una carta basada en alimentos frescos y naturales, su clásica hamburguesa es toda una delicia de dos pisos a base de jugosa carne 100% vacuno, lechuga cortadita junto a cebolla y crujiente pepinillo, queso tipo Cheddar y una fantástica salsa secreto de la casa.
Toda ella sustentada por el pan ligeramente tostado (ahora con la opción sin glúten para celíacos), y acompañada por las finas y bien fritas patatas que, aunque son congeladas, resultan todo un vicio para los paladares amantes de las hamburguesas con más proyección a lo largo y ancho del planeta. Su ración, más que aceptable, incluso se nos quedó corta, pero es que, al igual que nos pasó con Burger King... ¡están tan buenas!
No obstante, tenemos algunos peros, y es que aún tenemos el inconveniente de no poder pedir el punto de la carne, así como echamos en falta más variedad de preparaciones para mojar las patatas, ya que las Deluxe sí van acompañadas de su excelente salsa. Por lo demás, un clásico que nunca falla, cuyo sabor es siempre bien recibido por nuestros estómagos hambrientos de burgers.
En definitiva, tanto Burger King como McDonald's han sabido mantenerse en lo más alto del panorama hamburguesero, renovándose tanto a nivel de local como en sus recetas, pero conservando esa esencia que los ha llevado donde están ahora mismo. Y si encima juntamos los recuerdos infantiles que tenemos del restaurante, nos encontramos ante la opción perfecta para comer, disfrutar y honrar a nuestra querida hamburguesa. Con unos precios realmente bajos para calidad que nos ofrecen y encima con ofertas que los hacen aún más atractivos.
Comentarios
Propaganda.
Mc Donalds
jajajaja..he picao!!
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