CHEF AND CHIC: Desastre hamburguesero en Móstoles

Hacía ya un tiempo que nos llegaban informaciones, ya fuera por internet o a través del clásico "boca - oreja", sobre lo bien que se come en un local de Móstoles, donde tienen unas hamburguesas de no te meneés. Ante tales referencias, no pudimos dejar pasar la oportunidad de llamar a unos amigos e ir a probar las que, dicen, son las mejores burgers del sur. Pero, como suele pasar cuando las expectativas son muy altas, rápidamente volvemos a pisar el suelo, en este caso, nada más atravesar la puerta y comprobar que el local estaba absolutamente vacío, quizás motivado a que era verano, la gente estaba ocupando las cuatro mesas de la terraza y lo más grave, que el aire acondicionado estaba estropeado. Por otro lado, la decoración que encontramos era más propia de una hamburguesería de barrio que de un sitio "gourmet", con detalles descuidados, etc. Eso sí, con un espacio amplio y muy aprovechable.

Al ojear la carta, encontramos elementos típicos de restaurante americano, como ellos mismos se denominan, con un par de combos de entrantes (los cuales pedimos), alitas, nachos y demás. Sin sorpresas. Por otro lado, encontramos una amplia gama de burgers, concretamente 11 (divididas entre clásicas y premium), para las que se puede elegir entre carne de ternera, de buey o de Wagyu, con el consiguiente aumento de precio para cada una. Además, también se pueden probar ensaladas, perritos o sándwiches, así como unos postres por los que nosotros no nos decantamos. Los precios y aún estando en la periferia, son bastante elevados, más aún cuando elegimos carnes "exóticas", pudiendo costar una hamburguesa hasta casi 15 €.

La primera sorpresa llega al pedir las bebidas y ver cómo nos sirven unas patatas fritas de bolsa y unas gambas cocidas. Perdón, ¿dónde nos ha dicho que estamos? Bien, tras el shock inicial y la llegada del resto del grupo, nos decidimos por un Chic Combo, compuesto por alitas de pollo, jalapeños rellenos de queso, aros de cebolla y palos de queso. Una lástima que todo fuera congelado, algo que es muy común y que, bueno, digamos que ya tenemos un poco más aceptado. Pero por lo que no pasamos es por las alitas, muy poco hechas, casi sangrantes y con cierto regusto a pasado. Un entrante que no convenció a los integrantes del grupo.

Por otro lado tenemos el Combo Nachos, en el que entraban unos, como no podía ser de otra forma, nachos, eso sí, de bolsa y hechos un poco añicos; unos trozos de pechuga de pollo algo sosa; un bacon casi crudo, jalapeños encurtidos y un queso que sí, nos gustó, bien fundido.Con el miedo en el cuerpo, pedimos las hamburguesas, concretamente una Square Burger de buey (aunque se podía pedir de Wagyu) y una Bourbon "edición especial" de ternera. En el caso de la primera, lo primero que nos llamó la atención fue el pan que, como ocurre con las cadenas de "fast food" no se correspondía con el de la foto de la carta. En este caso asistimos estupefactos a lo que era una suerte de masa cuadrada con puntitos de perejil, muy chafada y ciertamente desagradable a la vista. Por supuesto, sin tostar.

Como no tenía más ingredientes, hablemos de la carne, ya que tiene delito. Con un picado extremo, estamos ante una especie de fliete ruso muy, muy pasado, que pasa a ser una masilla sosa y muy difícilmente comestible, sumado a esto que no se podía agarrar, ya que los jugos y grasas hacían que todo el conjunto se resvalase y donde el pan sucumbía a todo ello.

Por otro lado, esta Bourbon de ternera levantó nuestras sospechas, ya que el sabor de la carne era exactamente el mismo que el de la anterior, lo cual se convierte en un punto preocupante. Aún así y habiéndola pedido muy poco hecha, nos llegó igual de pasada que su "hermana" y con los mismos defectos.

Eso sí, esta vez el bacon estaba mejor cocinado, aunque realmente salado, pero nuestra cara se llenó de estupor cuando vimos que el queso no sólo no estaba fundido, sino que estaba frío. Algo que no habíamos visto en la vida y mucho menos cuando pagamos más de 10 euros por ella. Un desastre aumentado por un pan con semillas de amapola que se desmoronaba, seco y sin tostar.

Como bonus, tenemos una pechuga de pollo Villaroy dura y seca a partes iguales, convirtiendo una opción algo más ligera para comer en todo un suplicio para alguna chica que iba con el grupo y que casi explota por su ira.

Eso sí, todos los platos vienen acompañados de patatas fritas, entrecruzadas y con un gran potencial que no se aprovecha a causa de venirnos muy, muy poco hechas, casi congeladas y con una cantidad de grasa que nos hizo gastar varias servilletas para quitárnosla de las manos. 

Como veis, esta visita se convirtió en todo un despropósito, acentuado por unos precios nada modestos y un intento de colarnos la carne de Wagyu, siendo mal nombrada como de Kobe (basta ya, la carne de Kobe sólo puede existir en Japón, en el resto del mundo, esa denominación es ilegal) y encima presumiendo de su materia prima y adelantándonos que van a subir los números por ser demasiado baratos. Oh, gracias.

En definitiva, no sabemos de dónde le viene la fama a Chef and Chic ni como ellos mismos se autodenominan "la mejor hamburguesa del sur", encontrando platos que ni se pueden agarrar con las manos, desobedeciendo así el punto más importante del Decálogo Hamburgusero, sumado a unas carnes muy picadas, mal cocinadas y sin nada de sabor, donde lo único alto son los precios. Como reza el encabezado, todo un desastre en Móstoles.

Seguimos buscando hamburguesas interesantes por el sur de Madrid, ¿alguna sugerencia?

PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA

5 REFRESCOS: 11 €

1 CHIC COMBO: 12.95 €

1 COMBO NACHOS: 10.45 €

1 HAMBURGUESA SQUARE DE BUEY: 12.95 €

2 BOURBON BURGER DE TRNERA: 20.9 €

2 PECHUGAS VILLAROY: 19.9 €

TOTAL: 88.15