Con toda esta moda hamburguesera que recorre nuestra amada ciudad, raro es el mes en el que no llega una nueva apertura donde cubrir nuestras necesidades de carne emparedada. Pero ojo, que la cosa está con un nivel bastante alto y cualquier empresario o empresaria que se atreva a meterse en este mundo, tiene que tener los ojos bien abiertos para fijarse y competir de tú a tú con los mejores. Desafortunadamente, en el caso del local del que hablamos hoy, parece que no se han fijado mucho, a pesar de exhibir con orgullo el lema "hamburguesas con tradición". Y es que Taxco no es un cruce de cables de una persona con dinero, sino más bien una marca que dice venir de Venezuela y que aterriza en el nada despreciable Barrio de Salamanca, en la mismita Calle Goya. Este establecimiento, que apenas cuenta su vida en meses, está, como decimos, muy bien situado, con una decoración a medio camino entre cafetería y pub de copas, donde las marcas de productos alcohólicos y demás marcas gastronómicas nos rodean hasta la extenuación.
Al ojear la carta nos sentimos un poco desorientados, ya que, aunque el logo del restaurante contiene una hamburguesa y efectivamente, encontramos unas cuantas burgers, muy baratas (sobre el papel), podemos ver cómo desfilan ante nuestros ojos platos como la cinta de lomo, mezclada con las costillas bbq, los solomillos o las pechugas de pollo rebozadas. De hecho, había un par de menús, uno de ellos con un filete y otro con lo que prometía ser un costillar.
Así que empezamos por eso, las "costillas" y las entrecomillamos porque lo que nos llegó era de todo menos eso. Con una presentación bastante deficiente, a pesar de gustarnos el rollo de las bandejas de metal, pero recibimos un trozo de carne que no se corresponde con esa parte del cerdo, completamente asada y con una salsa que promete ser barbacoa, pero que acaba siendo una gelatina absurda.
Quizás podemos ser exagerados, quizás demasiado exigentes, pero al cortar ESTO, vemos que se trata de la parte del cerdo de donde se saca la panceta, con sus ternillas y todo. Eso sí, le queda algo de jugosidad, por lo menos, a pesar de haber pasado en el horno más tiempo de lo que debería.
Pero, como decía Súper ratón, "no se vayan todavía, aún hay más". Nuestras amadas y siempre bien ponderadas hamburguesas llegan, con la misma presentación y rodeadas de patatas fritas congeladas, poco hechas y con un huevo frito encima. Todo es poco para tapar un despropósito que hace que creamos que estamos comiendo una tapa de ese famoso bar llamado El trige. Un pan prensado, que no tostado, con la marca del restaurante grabada, oculta un trozo de carne que da risa (por no decir lástima), bien embadurnada de ketchup y salsa de curry.
También llevan queso, por el que nos cobran UN Euro más y sí, se agradece, porque si no, estaríamos comiendo pan con salsa y eso no está bien. Bueno, tampoco lo está lo que nos pusieron, pero el que no se consuela es porque no quiere. Podemos decir que lo mejor es el pan, sí, por salvar algo, pero tampoco es nada de otro mundo. De las patatas poco podemos decir, cortadas en zig zag, ultra congeladas y secas, que sólo pudimos tragar rompiendo el huevo frito encima de ellas y haciendo un apaño.
Con este panorama y nuestras ganas de salir corriendo de allí, sólo nos quedó la duda de cómo será el menú infantil si a los adultos nos ponen este despróposito. Pero bueno, no nos desanimamos y nos lanzamos a pedir el postre, entre lágrimas, que incluía el menú de costillas y por ahí salimos mejor ya que, como sólo nos correspondía una ración, la camarera, que en ese momento sacó la simpatía que había estado ahorrando desde que entramos y nos puso dos bolas de helado, cremoso y en buena ración, lo que hizo que lo disfrutásemos, a pesar de que el aire acondicionado nos transportase a tierras de Invernalia, como poco.
En definitiva, no entendemos muy bien la decisión de abrir un local como Taxco, con unos productos y unas presentaciones que dejan mucho que desear y que hacen que cualquier hamburguesa de fast food sea todo un plato gourmet. No hay palabras para describir lo absurdo de nuestra visita a este lugar así que, como una imagen vale más que mil palabras, esperamos que vosotros, amiguitos hamburgueseros, saquéis vuestras propias conclusiones y las comentéis con nosotros. ¿Pensáis que fue el resultado de un mal día en cocina?
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 MENÚ DE COSTILLAS: 12.5 €
1 HAMBURGUESA CON QUESO: 3.3 €*
*NOTA: Nosotros pedimos una hamburguesa doble y nos llegaron dos burgers, pero en el ticket ponía el concepto que veis en el desglose. De todas formas, el resultado es igual de decepcionante, aunque sin pagar esa diferencia.
Comentarios
Respuesta
Nada más lejos de nuestra intención
Estimado Andrés,
Muchas gracias por leernos y escribirnos. Para nada buscamos hacer daño, al igual que, creemos, los dueños del local nos lo quisieran hacer a nosotros. Nos parece muy bien que estás hamburguesas sean parte de tu infancia, nosotros somos los primeros a los que nos gusta recordar aquellos años, pero para nosotros, es calidades no son aceptables a día de hoy en una ciudad que ofrece otras cosas. Cómo tampoco entendemos ese "costillar" que nos dieron, ¿o también es algo típico de aquel país? Sea como fuere, sentimos que te hayas podido abrir dolido con nuestra crítica y deseamos que disfrutes del local en todas sus facetas.
Contexto
Gracias
Hola José Alberto,
Lo primero de todo, gracias por leernos y escribirnos con tus sabios consejos, que no objetivos, porque, como bien sabrás, cualquier opinión es subjetiva, lo sentimos, no lo hemos inventado nosotros.
Sentimos si no te ha gustado nuestro comentario sobre el local, como también sentimos que a nosotros no nos gustase la experiencia viviendo en él, pero es lo que hay, nosotros nos sentimos engañados. Como sabrás, si has dedicado un momento a leer más OPINIONES en la web, nos gusta ir sin saber nada del local y así transmitirlo, ya que eso hace que podamos tener una experiencia fuera de prejuicios e independientemente del tipo de concepto que conozcamos, si no nos gusta, no nos gusta. A lo mejor nos equivocamos, pero es nuestra forma de hacer las cosas durante bastantes años. Sabemos de la tradición d eeste tipo de producto en su (tu) país de origen y entendemos que esto puede doler a venezolanos de pro como tú, pero lo sentimos, el nivel de la ciudad es otro y si se abre algo sólo para venezolanos, que se diga, a nosotros, por el precio final de la factura, nos gusta exigir otro tipo de calidad (llámanos exigente, si lo prefieres). Y sí, en la carta vimos la opción d ehamburguesa doble, así la pedimos y así nos asintió la camarera. Si esa combinación no existe, el problema no es nuestro, esperamos que eso lo tengas claro :)
La publicidad del mismo establecimiento hace hincapié en el sabor, además de la tradición y lo sentimos mucho, pero de lo primero, nos quedamos con las ganas de comprobarlo y de lo segundo, es muy triste que lo tengamos que investigar en vez de aprovechar para explotarlo, en vez de hacer lo propio con marcas de bebidas varias. En cuanto a los añadidos de la carta, no te equivoques (igual lo hemos expresado mal), pero en ningún caso nos parece un fallo, simplemente nos parece curioso que, teniendo un logo con una hamburguesa, tenga más de otras cosas que de este producto, pero oye, igual es la tradición de la que hablan por allá.
Insistimos, no es una pataleta, como lo describes y para comprobarlo, te animamos, de nuevo, a leer más de un artículo escrito (y así evitar cometer los fallos que criticas), es fácil, sólo tienes que navegar un poquito :) Y finalmente, comprobada tu calidad literaria y tu criterio, te animamos a escribir sobre los productos que pruebas con esa objetividad de la que haces gala, estaremos encantados de leerte.
Mientras tanto, reiteramos los agradecimientos por leernos y por, como dices, seguir haciéndolo.
Saludos
Y gracias a ti...
De acuerdo
Hoa de nuevo,
Casi, casi coincidimos contigo y agradecemos, una vez más, tu aportación. La comparación con Goiko es muy curiosa (ni te imaginas la cantidad de venezolanos que han abierto hamburgueserías en Madrid), ya que el dueño y creador, para empezar, es de abuelos españoles, pero bueno, es sólo una anécdota, de hecho, no creemos qu ela nacionalidad del restaurador o incluso el cocinero, influya en la calidad o falta de la misma. El hecho es que hablamos de tradición no por el tipo de plato ni de producto, sino por la forma de tratarlo, ya que entendemos que ocurre como con los perritos calientes, tampoco son originarios de ese bello país, pero sí que se consumen a niveles estratosféricos. El hecho es que se trata de una fórmula más propia de allí que de aquí (confirmado por multitud de oriundos a los que hemos consultado), a eso nos referíamos. Por cierto, mucha gente, admiradora de Taxco en Venezuela han sido claros: "me han robado", por lo que, a lo mejor, nuestras palabras hasta son suaves ;)
Y lo sentimos, pero dos personas, que fueron los que hicieron la visita, vieron lo mismo la carta: "hamburguesa doble" y así la pedimos. Es más, bebimos agua, así que tampoco podemos culpar al alcohol de distorsionar la realidad.
Dicho todo esto, denuevo, muchas gracias por tus serenas palabras, es todo un placer recibir comentarios así y seguro que nos hacen mejorar.
Saludos
Obligado a ir...
Restaurante Taxco
Jamás lo entenderá
Para quienes las conocemos
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