La zona de la Glorieta de Bilbao y alrededores se ha puesto muy jugosa y todavía no ha terminado, ya que quedan nuevas incorporaciones a este pequeño punto de interés de nuestro mapa hamburguesero. Pero antes, mucho antes de toda esta locura, estas coordenadas conformaban un páramo con un único local que mantenía a nuestra amada hamburguesa a buen nivel. Hace ya cuatro años que visitamos Strawberry Fields, ese homenaje a los Beatles y a la música en general en el que degustamos unas burgers muy dignas, a pesar de sacarle punta a alguna cosilla. En apariencia, poco ha cambiado y espíritu sigue presente gracias a Nacho, su dueño.
En la carta ha variado poco la cosa, maneniendo sus grandes éxitos e incorporando alguna que otra sorpresa. Eso sí, encontramos más información sobre la procedencia de sus productos, destacando la carne, que ahora tiene denominación de origen de la zona de El Bierzo. Además, las opciones sin gluten están por todos lados, incluido en las cervezas, aspecto que también se cuida con numerosas referencias artesanales.
Abusando de la confianza, probamos una muestra de papas con mojo. Obviamente, no son las típicas arrugás canarias, pero, tras pasar ese detalle por alto, nos regocijamos con ese mojo rojo que, aunque no pica, hace que nuestras papilas salten recordando nuestros viajes a las islas mientras degustamos uno de sus platos más afamados y disfrutamos de sus playas.
Para comprobar la fantasía de algunos platos recién llegados al menú, nos animamos con la torre de manzana y queso de cabra, regado todo con una reducción de vino tinto que puede sonar algo enrevesado, pero se trata de una propuesta sorprendente, que provoca una explosión de sabor y con un juego de texturas único. Ideal para comenzar, aunque tan ligero que no vais a querer compartirlo.
Y ahora sí, llega el momento de la hamburguesa, concretamente la VIP, una vieja conocida con la que queríamos reencontrarnos para ser más conscientes de los cambios. Lo primero que notamos es la variación en la textura, algo que ya nos chocó en nuestra primera visita. Ahora encontrmos una carnaza más compacta, con un picado más fino, que permite circular el calor y no se desmorona. Advertimos cierto gusto a barbacoa, aunque el foie micuit que va encima adquiere protagonismo por sí mismo, hasta tal punto que la cebolla caramelizada hace más de contrapunto, dejando a un lado su aporte dulce.
El punto está clavado y nos encontramos un patty rosado por dentro y bien caramelizado por fuera, con la jugosidad que ello conlleva. Quizás quedaría todo mejor con un panecillo tostado, pero éste, de tipo de brioche, no está nada mal, sin casi aportar dulzor extra al conjunto y aguantando en todo momento nuestras embestidas más animales.
Por supuesto, las hamburguesas van acompañadas de patatas fritas, cortadas en bastones generosos, como su ración. Quizás un poquito más oscuras de color, pero igualmente deliciosas, con un confitado interior delicioso, que hizo que no quisiéramos ni remojarlas en salsas.
Y por si todo esto fuera poco, acabamos probando, de nuevo, la tarta de queso, con un profundo y maravilloso sabor y una textura que denota su procedencia casera. Mucho ojo, no es una cheesecake, es TARTA DE QUESO. No hace falta añadir más.
En definitiva, los años le sientan muy bien a Strawberry Fields, que resiste al pie del cañón hamburguesero ante tanta apertura a su alrededor y si eso sucede, por algo será. Buena carne, con margen de mejora en su tratamiento (aunque s algo subjetivo), nuevos platos, más allá de los típicos que podemos encontrar en cualquier lugar de Madrid y sobre todo, mucho más elaborados. Los precios siguen siendo adecuados y el local mantiene esa calidez que tanto nos gustó. Volveremos para probar más cosas y echar unas charlas carnívoras con Nacho, su dueño.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 BOTELLA DE AGUA: 2 €
1 TORRE DE MANZANA Y QUESO DE CABRA: 10.9 €
1 HAMBURGUESA VIP: 12.9 €
1 TARTA DE QUESO: 5.5 €
TOTAL: 31.3 €
Comentarios
Conmigo no
A mi me encanta
DESCUBRIMIENTO!
Lo mejor de Malasaña
Carne siempre al punto
Añadir nuevo comentario