ESPECIAL: Visitamos La Finca para ver cómo se hace la carne de la felicidad

Como buenos hamburgueseros carnívoros que somos, siempre nos hace muy felices zamparnos una buena carne, amén del resto de ingredientes. Pues bien, si a esto le sumamos que La Finca denomina a sus productos como "carne de la felicidad", de los cuales somos muy fans, no podía tardar mucho en llegar el momento en el que nos marcásemos una visita a donde empieza todo, donde crían sus propios ganados y de donde salen todas las cosas ricas que degustamos siempre que podemos. 

Y es que, si ya hemos hecho alguna receta por aquí con sus productos (y alguna má que caerá próximamente), es porque la calidad de las carnes que nos ofrecen en La Finca es de primera calidad, ya sea en venta directa al consumidor o en la amplia variedad de restaurantes a los suministran. Pues ahora, además, nos han mostrado en esta visita que están preparados para distribuir hamburguesas frescas a todos los locales que lo soliciten, ultra congeladas y manteniendo todas sus propiedades.

Pero antes de llegar ese momento, los responsables del negocio nos recibieron personalmente, para explicarnos todo lo que se hace aquí, desde la alimentación y criado de las reses, etc., hasta la forma de tratar y analizar la materia prima para dotarla de la calidad que ellos exigen y que, más tarde, podremos disfrutar nosotros como consumidores.

Tras impresionarnos con unos terrenos y una hacienda inmensos, llegamos a los laboratorios donde las carnes pasan todas las pruebas de calidad necesarias por los propietarios para que, así, puedan salir a sus puntos de distribución con todas las garantías.

Más tarde nos llevaron a ver vacas y bueyes por doquier, comprobando que crecen y se desarrollan en condiciones ideales para que den una carne jugosa y sabrosa, mientras que se nos siguieron explicando todos los requerimientos que le exigen a las mismas, no sólo desde las administraciones, sino desde dentro de la propia empresa.

Después de esto, pasamos a comprobar cómo se pueden crear hamburguesas personalizadas para cada local, bajo demanda y la velocidad a la que se puede producir, gracias a una combinación propia de máquinas para tal efecto. Desde el picado de la carne hasta la ultra congelación final de un producto que prácticamente llega listo para poner en una buena parrilla y ser degustado.

Por desgracia, no pudimos dejar constancia gráfica de todo este proceso debido al secreto industrial, así que sólo os podemos decir que se trata algo muy curioso y digno de ver, pero que lo más importante es el resultado final, digno de probar, como hicimos nosotros, ya que tuvimos la suerte de asistir a una cata de productos de La Finca, entre los que se encontraban las hamburguesas que previamente vimos hacer.

Todo un delirio carnívoro que fue desde el paté de buey, las croquetas, su famoso tartar, nuestra querida burger y terminando por un chuletón espectacular. No vamos a entrar en detalles de análisis de productos, pero sí que queremos apreciar que se trata de una carne muy suave, con una cantidad de grasa que, aunque supera nuestro límite aconsejable, goza de un sabor impresionante.

En definitiva, La Finca, que ya se postula como una de las mejores carnes de la capital, nos demuestra el cuidado y el mimo con el que trata su producto y nos enseña cómo hacer una hamburguesa gourmet a la altura del mejor ranking y que ahora puede estar disponible en cualquier local con la velocidad del rayo. Nos encanta que se invierta en lo que a nosotros nos gusta llamar "ciencia de la hamburguesa" y que cada vez encontremos más adelantos en este campo. Y si encima nos lo enseñan y comprobamos que la calidad no es sólo algo que queda en palabras, pues ya nos tienen ganados.

Y como la visita lo merece, aquí tenéis un vídeo resumen en el que podéis comprobar que hicimos algo más que sentarnos a comer :)