SOT es ese lugar que Sergi Arola se ha sacado de la manga, junto a Sara Fort, en el que podemos disfrutar de un vermú, un cocktail o una tapa en un ambiente distendido y agradable. Se trata del sótano del restaurante principal de este cocinero con estrella, en el que podemos encontrar algunos de sus grandes éxitos, además de algunas creaciones exclusivas, como las hamburguesas que vamos a comentar.
Al entrar, nos llama la atención la tranquilidad del local, con ese aire elegante, pero en el que tiene cabida todo el mundo. Con un pequeño salón, muy bien decorado, en el que predomina la madera y los tonos cálidos, nos invitan a quedarnos vivir, prácticamente.
No os asustéis por la carta, ya que, aunque la sombra de este premiado restaurante es alargada, encontramos una propuesta sencilla, con precios ajustados, pero sin descuidar la calidad e innovación que lo han hecho tan famoso. Desde las ya clásicas Bravas de Arola, hasta las alitas kimchi, de las que ya os hablamos cuando visitamos Vi Cool, todo tiene una pinta estupenda, pero cuando llegamos a las hamburguesas nos tenemos que detener, ya que las opciones son llamativamente originales. Además, cuentan con un menú diario que nos llamó tanto la atención que nos hizo plantearnos una segunda visita sólo para probarlo.
Pero antes de entrar con nuestras amigas emparedadas, no se podía escapar el plato más famoso, esas patatas bravas (9.5 €), servidas de forma muy delicada, con su nuez de alioli. De textura súper fina, sin duda es la mejor reinterpretación de un plato tan castizo como éste, del cual somos tremendamente admiradores.
También nos fuimos al lado de lo verde, con una burrata (14 €) cremosa, muy cremosa y deliciosa, acompañada de una salsa de pesto la cual, no os exageramos, nos habría encantado llevarnos en botella para casa.
Otro plato del que somos fans llegó a la mesa, el bocata de calamares (12.5 €), con una vuelta, como no podía ser de otra forma. Servido en pan negro tintado de mini hamburguesa, en su interior se encuentran unos calamares muy finos, con rebozado crujiente y nada graso y acompañado de una mayonesa ácida espectacular. Para comerlos sin parar.
Y así llegamos a las hamburguesas, concretamente a las tres que se han incorporado hace poco a la oferta gastronómica de SOT. Una más "habitual", de ternera (11.5 €), con queso, lechuga y tomate. Donde la protagonista está muy bien picada y condimentada y con un punto clavado. Correcta en todos los aspectos, sobre todo en el pan de brioche, hecho en el propio local, muy bien tostado (creemos que con ayuda de una mantequilla muy, muy fina) y nada dulce, que ejerce de compañero ideal, sin buscar protagonismo y además, aguanta en todo momento sin desmoronarse.
Después llegó la burger de pollo EN-PAN-ADO (9.5 €), muy ligera, pero con un sabor brutal. Si alguien va con ganas de hamburguesa, pero no quiere que la carne le llene (allá cada uno), ésta es elección es perfecta, con permiso de la que vamos a hablar a continuación.
La sorpresa llegó con la Fish & Chips Burger (9.5 €) que, como su propio nombre indica, se trata del típico plato inglés llevado a hamburguesa de forma magistral. Un buen filete de pescado, con un rebozado espectacular, del cual no nos quisieron dar ni un solo dato, mezclado con una salsa tártara con la que se nos saltan las lágrimas al recordarla. El otro lado del plato, las patatas, que son las mismas para todas las burgers, complementan fantásticamente el conjunto y con esa salsa pegan que no os imagináis. Sí, nos hemos enamorado de esta hamburguesa.
Con todo eso, el postre era una opción a no tener en cuenta, por mucho que nos doliese. Así que llegamos a la conclusión de que SOT presenta un concepto informal y agradable, con una carta muy interesante. Ideal para tomar algo después del trabajo o dejarse sorprender por su menú. Mención aparte tienen las hamburguesas, mimadas desde mucho antes de que los ingredientes entren en la cocina y con un estandarte como es la de fish & chips que todo el mundo debería probar.
Comentarios
Me has convencido, voy el
Añadir nuevo comentario