Ya queda poco para despedir el 2017 y dar la bienvenida a un nuevo, no sin antes echar la vista atrás y recordar las sorpresas más agradables de estos útimos 365 días. Aunque no todo ha sido bueno, como ya sabéis, así que también comentaremos algunos descalabros que nos dejaron bien tristes.
¡EMPEZAMOS!
El local que nos hizo volver a creer en las hamburguesas especiales en un año algo catastrófico está en Coslada, apartado del circuito hamburguesero, en el que hay que hacer un acto de fe, ya que la llegada y los entrantes nos pueden dar un sustito, pero todo se disipa ante sus carnazas, su pan y sus tamaños. Disfrutamos como niños en esta tentativa hasta tal punto que tuvimos que incluirlo en nuestro anti-ranking particular.
Una de las revoluciones del año viene en forma de hamburguesa fusión, con panceta y huevo frito en un garito que nada iene que ver con nuestra amada carne emparedada, pero que, en cuanto le damos el primer bocado, sabemos que hay amor. Una delicia de lugar en general y en lo que refiere a la burger en particular. Ojo, que está sonando mucho y cada vez es más difícil encontrar mesa.
Ya lo dijimos en el post cuando hablamos de Trikki, en Nueva Orleans no se estilan las hamburguesas, pero tal como está la cosa en Madrid, estos dos socios decidieron marcarse algunas creaciones que nada tienen que envidiar al bocadillo de cangrejo, por ejemplo. Nosotros pudimos catar una especial con chorizo criollo que todavía no entendemos cómo no se ha quedado en carta. Local modesto, con una cocina para recordar.
Quizás no sean las mejores burgers que nos hemos comido este año, pero sí las más sorprendentes. El local es cutre y pequeño, la limpieza está al límite y la esperanza de probar algo bueno se puede quedar en la puerta, pero si pasamos por todo eso, encontramos una carne casera, bien cocinada, con buenos ingredientes y con un precio estupendo, sobre todo al ver las cantidades que llegan a la mesa. Todo un oasis que nos gustaría tener mucho más cerca.
Habíamos leído, habíamos escuchado y hasta teníamos una opinión creada (error) antes de visitar este "rancho" de Daganzo. Todo parecía indicar que nos íbamos a encontrar el típico sitio que deslumbra por su decoración y el rollo que lleva, pero que decepciona por sus hamburguesas, pero no, lo que recibimos fue un dueño comprometido con su producto, que lo cuida al máximo y que cría a sus propias reses para ofrecer una carnaza fina y muy sabrosa, sin engaños. Vale que lleva mucho tiempo en funcionamiento, pero nosotros lo hemos conocido ahora, quizá tarde, pero no hemos tardado en enamorarnos.
Si hablamos de Argentina, hablamos de un país donde sus gentes saben de carnaza, por eso, cuando nos acercamos a "La pera", algo nos decía que nos iba a gustar. Producto bien tratado, cuidado en los detalles y un queso que acompaña muy bien. El único peligro que tiene es que esté lleno, debido a su tamaño reducido, pero bueno, no se puede tener todo :)
DECEPCIONES
Este 2017 también nos deja algunas hamburguesas que no nos habría importado olvidar. Por desgracia, al tratarse de un plato que está de moda, todo el mundo se quiere subir al carro y añadir la carne emparedada a sus opciones, pero no siempre se acierta, como es el caso de El Kiosko, convertido ya en franquicia y que nos dejó absolutamente fríos por su comida y helados por el trato que recibimos por su responsable en redes.
También nos quedamos un poco tocados con nuestra visita a El garaje grill, un lugar muy bien decorado, del que se puede esperar mucho y que ofrece una calidad tan justa que sólo cubre las necesidades básicas nutritivas. Una lástima de visita que, esperamos, cambie en un futuro no muy lejano.
Hay muchos más bajones hamburgueseros, como Angus, ese local que antaño fue mucho y ahora no ofrece nada más que propuestas para contentar a quien no exige si la manduca es barata o incluso unos cuantos más que no cuidan a nuestra amada como nos gustaría.
Aún así, podemos decir que este 2017 que se nos escapa nos ha dado muchas alegrías en forma de disco de carne bien jugosa, como también hemos visto cómo amigos, que saben hacer las cosas, ven recompensado su esfuerzo y dedicación con la apertura de segundos o terceros locales. Desde aquí, queremos mandar mucho ánimo y un abrazo a Food truck, La H es muda o Burnout, que no cejan en su camino de ofrecer hamburguesas brutales.
Y para tod@s aquell@s que nos seguís año tras año, muchas gracias por estar ahí, por apoyarnos y tirarnos de las orejas cuando hay que hacerlo. Sin vosotr@s nada de esto sería posible.
¡FELIZ AÑO HAMBURGUESERO!
Añadir nuevo comentario